El Banco de España debería personarse y tomar castas en el gravísimo
escándalo de BBVA. Un banco que podría estallar y dañar al conjunto del
sistema financiero español. Y cuyo actual presidente Carlos Torres está
en entredicho porque, siendo el Consejero Delegado de la entidad, se
pagaron muchos miles de euros a la banda Villarejo, lo que implica, por
acción u omisión, su responsabilidad en tan graves hechos.
Lo que sin duda preocupan a los accionistas, inversores, clientes y a
los socios internacionales de BBVA. Ahí incluida su importante filial
mejicana de Bancomer y sus socios de Turquía que podrían empezar a
cortar amarras y distanciarse de la matriz poniendo en entredicho la
supervivencia de BBVA.
Bajo la presidencia de Francisco González el BBVA se convirtió en la
Cueva de Alí Babá, contratando con mas de 10 millones de euros de la
entidad a una banda criminal presidida por el comisario José Manuel
Villarejo (entonces miembro de la Policía Nacional) para investigar,
perseguir y escuchar ilegalmente a empresarios, jueces y periodistas con
el objetivo de destruir la operación financiera con la que Sacyr
pretendió hacerse con una participación importante del accionariado de
BBVA.
Los graves hechos, que están en los medios y que investiga la
Justicia, señalan a Francisco González como el inductor y máximo
responsable de la contratación y conocimiento de las actuaciones
criminales de la banda Villarejo, como lo han señalado ante los
tribunales el primer responsable de la seguridad del Banco, Julio
Corrochano y el ahora ex alto cargo de BBVA Juan Béjar. Ambos como
González, Ángel Cano (ex Consejero Delegado), el actual presidente
Carlos Torres y la propia entidad, BBVA ahora imputados por la Justicia.
Francisco González con la desvergüenza y soberbia que le caracteriza
puede pasar a engrosar la lista de banqueros delincuentes de últimos
años como Ruiz Mateos, Conde, Blesa, Rato y los primeros gestores de las
Cajas de Ahorro de Galicia, Valencia y Castilla La Mancha. Pero el tal
FG lo niega todo y dice que se enteró por la prensa aunque le acusan de
manera directa ante la Justicia sus íntimos colaboradores -‘fue una
orden del Presidente’, declaró Corrochano. Y a no descartar que aún
aparezcan pruebas mas directas de la implicación de González en la banda
criminal.
Por todo esto, y por el deterioro constante y creciente de la imagen,
la marca y la reputación corporativa del Banco de lo que es responsable
máximo un siniestro jefe de Comunicación que se hace llamar Paul Tobín,
BBVA necesita una renovación total e inmediata de su cúpula directiva.
Empezando por Carlos Torres –por mas que diga que él no tiene nada
que ver- porque como Consejero Delegado admitió u ordenó los pagos a
Villarejo y una llamativa indemnización a Corrochano. Y siguiendo por el
Consejo de Administración que en su mayoría fue nombrado por Francisco
González.
Y de estos cambios y con la mayor urgencia se debe ocupar el Banco de
España con una intervención, o imponiendo un sistema de control y de
renovación a fondo de la máxima dirección de la entidad. A no ser que el
Banco de España decida esperar un poco mas y un día de estos se
encuentre con la fuga de fondos y depósitos del Banco lo que sería una
catástrofe muy difícil de enmendar.
(*) Periodista
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