MADRID.- El Pleno del Congreso debatirá este próximo martes, por tercera vez, la toma
en consideración de la reforma parcial del Estatuto de Autonomía de
Murcia para eliminar los aforamientos de sus parlamentarios, una
propuesta que ya aceptó tramitar en las dos legislaturas anteriores pero
que quedó en el limbo porque, en ambas ocasiones, la Cámara se disolvió
por la convocatoria de elecciones generales.
El debate sobre el aforamiento de los políticos cobró protagonismo en
2018 después de que el Gobierno de Pedro Sánchez anunciara que
estudiaría una reforma constitucional para eliminar esta prerrogativa,
por la que diputados y senadores no son juzgados por los tribunales
ordinarios sino únicamente por el Supremo. La idea no ha llegado a
traducirse nunca en una propuesta.
En el caso de los diputados autonómicos es cada comunidad la que
debe tomar la iniciativa y varias ya lo hicieron: Canarias, Murcia,
Cantabria y Baleares reformaron sus Estatutos de Autonomía y los
enviaron al Congreso para su aprobación, pero sólo la primera superó
todos los tramites y tiene la reforma ya en vigor.
La reforma murciana llegó al Congreso en septiembre de 2017, pero su
tramitación quedó 'congelada' durante año y medio. Con la disolución de
las Cortes por la convocatoria de las generales de abril de 2019, el
texto no decayó porque las reformas estatutarias y las iniciativas
legislativas populares son las únicas iniciativas parlamentarias que
hereda el siguiente Congreso tras unas elecciones.
Por eso el Pleno volvió a debatirla en septiembre del año pasado y
por segunda vez dio vía libre a su tramitación. Sin embargo, la reforma
no pudo continuar su recorrido parlamentario porque las Cortes se
volvieron a disolver por la repetición de las generales, que tuvo lugar
en noviembre.
El martes, en el primer Pleno del Congreso de esta legislatura en el
que se van a discutir proposiciones de ley, los representantes de la
Asamblea murciana tendrán que volver al hemiciclo para defender, por
tercera vez en tres legislaturas, su reforma estatutaria.
Todo indica que volverá a tomarse en consideración y, si la
legislatura no se frustra, esta vez podría llegar a ver la luz tras ser
discutida en la Comisión Constitucional.
El pasado mes de septiembre la reforma se tomó en consideración con
los votos de todos los grupos salvo ERC, Junts y Unión del Pueblo
Navarro, que se abstuvieron. El PP, que se había abstenido en el mismo
trámite en 2017, acabó apoyándola.
Pero además de esta revisión estatutaria parcial para eliminar
aforamientos, el Congreso tiene pendiente debatir una reforma integral
del Estatuto de Murcia que la asamblea regional aprobó justo antes de su
disolución con motivo de las elecciones autonómicas de mayo de 2019 y
que llegó al Congreso el pasado verano.
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