jueves, 2 de enero de 2020

El ‘golpe blando’ de Pedro Sánchez contra la Constitución / Pablo Sebastián *

Aunque a Carles Puigdemont el acuerdo firmado entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez le parece muy poca cosa, porque en él no se cita expresamente la autodeterminación, el texto del acuerdo aprobado por el Consejo Nacional de ERC constituye una violación flagrante del marco constitucional español, porque en él se implica al Gobierno de España y no sólo a dos partidos políticos.

La gravedad jurídica y el alcance político del pacto hallado entre el aún presidente en funciones del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el preso y delincuente Oriol Junqueras (ambos son los artífices del acuerdo) viola de una manera explícita la Constitución Española, porque en él se reconoce al Gobierno de Cataluña como una institución y ente político ajeno a España, al hablar de una Mesa de Gobiernos’ de España y Cataluña y de ‘bilateralidad’.

Y con semejante acuerdo Pedro Sánchez (y el PSOE que lo consiente) se van a poner fuera de la Constitución lo que va a obligar pronto al Tribunal Constitucional a tomar cartas en el asunto y a anular cualquier acuerdo que se adopte en esa mesa de Gobiernos porque cualquier para que emane de semejante contubernio será inconstitucional.

Como es inconstitucional ‘el reconocimiento institucional y la bilateralidad de los Gobiernos de España y la Generalitat’. Y la pretendida superación de la judicialización del ‘conflicto político’ catalán. Lo que presupone que los delitos que, en contra el ordenamiento jurídico español se produzcan en Cataluña por parte de las autoridades y partidos catalanes, quedaran fuera del marco jurídico español lo que es otra aberración inconstitucional.

Y lo mismo ocurre con la anunciada ‘consulta’ o referéndum encubierto de autodeterminación sobre acuerdos entre dos Gobiernos, del mismo rango y en igualdad de condiciones. Consulta inconstitucional que pretende abordar cuestiones que son competencia de la soberanía nacional española que, en ningún caso, podrá quedar al margen de una consulta que afecte al presente y futuro de Cataluña, porque interesa al Estado, a la unidad nacional y a la Constitución.

Estamos ante el embrión de un ‘golpe blando’ de Pedro Sánchez en contra de la Constitución y del ordenamiento jurídico español, con el solo objetivo de que Sánchez reciba el apoyo, ya acordado de ERC, para su investidura. Lo que constituye un histórico disparate que no debería de aprobar el PSOE, salvo que este partido haya decidido romper también su compromiso con la Constitución Española.

Responsabilidad grave la que el PSOE en estos momentos tan decisivos y también de las primeras instituciones del país así como las fuerzas políticas constitucionales de España, la sociedad civil y grandes medios nacionales de comunicación. Y ahí incluido de especial manera el diario El País que ha estado avalando, con su infame silencio, todo este proceso y la negociación inconstitucional cuyas graves consecuencias no se harán esperar.


(*) Periodista


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