Durante la pasada campaña electoral de las elecciones del 10-N Pedro
Sánchez prometió a sus votantes que no pactaría su investidura con
Podemos ni con ERC. No dijo la verdad y dos días después de la noche
electoral ya estaba firmando el Gobierno de coalición con Podemos, en el
que Iglesias ocuparía una Vicepresidencia, que entonces se calificó de
‘segunda Vicepresidencia’
Poco después el PSOE iniciaba las negociaciones con ERC para pactar
la abstención del partido de Junqueras en la investidura a cambio de
graves concesiones del nuevo Gobierno al soberanismo catalán, entre las
que se incluía el ‘dejar atrás la judicialización del conflicto
político’, como si la autonomía y la independencia de los jueces y los
tribunales no existiera.
Pues bien, ahora resulta que habrá cuatro vicepresidencias, y que
Iglesias parece que será el cuarto y con competencias recortadas en
castigo a su osadía de anunciar sus ministros y altos cargos antes que
los nombre el Presidente y el Consejo de Ministros, respectivamente.
Y resulta también que el Tribunal Supremo ha confirmado la prisión y
la inhabilitación de Junqueras que le impide ser eurodiputado y lo que, a
la vez, echa por tierra las pretensiones de Junqueras de ser candidato a
la Generalitat en las elecciones catalanas de los próximos meses.
En Podemos están que trinan por la devaluación del cargo de Iglesias
que pasa de ostentar un 33% del poder de las Vicepresidencias a tan sólo
un 25%. Y además con un recorte de sus competencias, y con conocimiento
de esta noticia del número de las cuatro Vicepresidencias a través de
un comunicado de La Moncloa, y sin que Sánchez informara previamente de
todo ello a Iglesias.
En ERC el malestar por las decisiones del TS -¿de verdad esperaban
otra cosa?- es muy grande. Y ya están reclamando los indultos que
Sánchez pudo haberles prometido, lo que no podrá conceder a corto plazo
si no quiere una rebelión civil en las calles y otra en el PSOE.
Lo que conduce a pensar que tanto Junqueras como Iglesias consideran
ahora que Sánchez les ha tomado el pelo. Como se lo tomó a sus votantes
cuando les prometió en la campaña electoral que no pactaría con Podemos
ni con ERC. ‘El que hace un cesto hace cientos’, dice el refrán.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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