viernes, 20 de septiembre de 2019

Las cosas por su nombre: tapón en el Segura / Cartas de los Lectores


Un  tapón de cañas provocó las inundaciones de la Huerta de Molina de Segura, Alguazas, Lorquí y Ceutí. Se podía haber evitado. La prensa calla.

El curso del río ha sido colapsado por la falta de mantenimiento que, sin embargo, antes si se hacía en Murcia, las cañas atrapadas hacen tapón e inundan las zonas limítrofes comunes, como es natural.

En lugar de ponerse gladiolos en los huevos y cambiar las flores de pitiminí cada tres meses, en su casa, la plaza del ayuntamiento y aledaños, quizá deberían (así pensando a lo loco) que Murzaâ "el humedal" en árabe, y por tanto tierra de ratones (murciélago= ratón con alas) lleva cientos de años haciendo lo mismo, como el Nilo con los egipcios, motivo por el cuál se subió la altura de la ciudad tres metros y se "recortaron" varios meandros del viejo río, que en la época árabe éste sistema fue la mejor ingeniería hidráulica que ha habido en todos los tiempos, que se ha llegado a estudiar en directo hasta por los arquitectos de Dubai.

Pero lejos de hacer uso de tamaña creación de la inteligencia, ahora en 150 años vengan cuatro paletos gañanes y gordos, hijos de cinco familias de terratenientes que dominan sus territorios como en las taifas, que sin ningún conocimiento del terreno que están usurpando de zona conquistada, se han dedicado a deshacer y joder todo lo que durante siglos hizo famosa la ciudad, y zona de negocios, despacho mayor del Rey Lobo, así que tiraron palacios, derribaron los mayires baños árabes del Mediterráneo que ríete de la Alhambra (hasta el propio restaurador de la Alhambra escribió al rey Alfonso XIII para que quitaran la azada a éstos cuatro paletos), taparon e intubaron acequias (autopistas ahora de ratas), derribaron molinos de agua y de viento, sus magníficas ruedas milenarias de aguas (al igual que la catedral, antigua Mezquita Mayor) fueron restauradas a lo Pepe Gotera y Otilio (como me dijo el restaurador de Notre Dame, era una ofensa para los ojos y la vieja guardia de arquitectos e ingenieros)

Y básicamente su única función es vivir de ayudas europeas con la excusa del agua, para los primos y sus negocios de pan para hoy y hambre para mañana (ni siquiera son listos para éso).

Y dices, bueno han recibido millones en subvenciones, al menos aunque sea de manera residual, algo llegará abajo (de su propia ciudad, que ya hay que ser gilipollas, de cagar en la olla que te da de comer

Así que nada, cuatro lucecitas, cuatro gladiolos, y nada de limpiar y encauzar con proyectos reales, se apisona y limpia la zona que se ve en el tramo que pasa por la ciudad y a correr.

Lo de poner lucecitas de puticlub en las paredes del interior del muro del río, me da a mí (quizá se llama sentido común) que sólo "quizá" sea un aspecto secundario.

Y me reafirma en la convicción de que estáis gestionados por una panda de paletos analfabetos, que si en lugar de meter a los primos y amigos, como los gitanos, metieran a los más competentes de su sector, quizás, sólo quizás, dejarían de dar vergüencita ajena, y dejar de ser una ciudad de segunda, motivo de risa por las tamañas gañanerías que se suelen hacer, que forman parte de la mofa y risa de todo el territorio nacional, por gañanes, cabezotas y silvestres.

La bella Murcia es una ciudad antigua en mano de los hijos de cuatro paletos que hicieron de su capa un sayo, mientras la mayor parte de su humilde población, baila las palmas a éstos pobres e inútiles gordos, que están más ocupados en zampar, que en usar éso que llaman cabeza, que no la usan ni para ponerse sombrero.

En los 16 años que llevo aquí, para mí Murcia es una bella princesa mestiza de tres culturas, que está prostituida por cuatro puteros que la hacen bailar como los osos al son de su amo.

Y no lo digo yo, los que venimos de fuera, notamos mucho tal contraste de ineptitud en cosas obvias que si has vivido en otro sitio te das cuenta en seguida.

En dos calles hay aceras y cruzas el río y ni hay ni aceras, es como barrio rico barrio pobre de tercer mundo.

Es como si te fueras a un bello pueblo de ésos de montaña perdido en Rumanía, y el alcalde te invita a cenar teniendo a los niños de esclavos, es asíncrono, están como en una laguna fuera de la sociedad, y por mucho postureo y parches que pongan, se nota.

Es una ciudad sin glamour, porque l@s señoriting@s del terruño natal, por mucho que la mona se vista de seda, son más bastos que un bocadillo de habas.

Lo siento por sus gentes, gobernados por tamaños incompetentes.



 F.B.

Murcia

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