MURCIA.- Murcia, con 4.650, es la segunda región española con menor tasa de testamentos vitales,
3,1 por cada mil habitantes, solo superior a la registrada por
Extremadura y aproximadamente la mitad de la media nacional, según los
datos hasta el pasado julio del Registro Nacional de Instrucciones
Previas.
El objetivo del documento de instrucciones previas o documento de voluntades anticipadas, conocido como "testamento vital", es anticipar las instrucciones sobre el tipo de tratamiento médico que se desea o no recibir en el caso de padecer una enfermedad o accidente que incapacite a la persona para expresarse.
Lo
más habitual, prosigue, es que en ese documento las personas se opongan
a que se les apliquen determinadas técnicas terapéuticas o médicas que
supongan encarnizamiento terapéutico o un alargamiento artificial de la vida.
Suele reflejar, además, indicaciones sobre donación de órganos o incluso el tipo de enterramiento o de incineración que quiere recibir.
Y,
en algunos casos, el testamento vital precisa quién será la persona
que, ante la incapacidad de expresarse o de tomar decisiones, se
comunicará con el equipo médico y dará los consentimientos necesarios.
Aunque el procedimiento difiere en cada
comunidad autónoma, en todos los casos las personas que quieren dejar
registradas las últimas voluntades deben rellenar el formulario de su
comunidad y firmarlo ante notario o ante tres testigos que sean mayores
de edad y no tengan relación de parentesco. También puede firmarse en
los centros sanitarios.
El
modelo de este documento es diferente en cada región, aunque una vez
redactadas las voluntades, todas se integran en el Registro Nacional de
Instrucciones Previas (RNIP).
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