MADRID.- La industria manufacturera española
se estancó en mayo debido a que la producción se paralizó y cayeron los
nuevos pedidos, al tiempo que el empleo marcó la primera destrucción en
casi cinco años y medio, según el índice PMI publicado este lunes por la
consultora IHS Markit.
El índice para el sector
manufacturero español anotó en mayo 50,1 puntos, por debajo de los 51,8
de abril, de forma que se sitúa al filo de los 50 puntos que marcan la
diferencia entre contracción y crecimiento.
Uno de los factores que mayor impactó tuvo en el índice
fue la caída de3 los nuevos pedidos, la primera en tres meses, que sobre
todo se centró en el mercado interno, que algunos encuestados
vincularon a la "inestabilidad política".
Por el
contrario, los nuevos pedidos para exportaciones siguieron aumentando
aunque de forma marginal, con evidencias de una débil demanda subyacente
en mercados clave como Francia o Alemania.
De la mano
de los pedidos, la producción en las fábricas españolas se estancó ya
que, aunque se mantuvo un ritmo sólido de crecimiento en los bienes de
consumo, la producción de bienes de capital se deterioró notablemente.
Este
sector también registró un marcado recorte en el empleo que no pudo ser
compensado con el alza de la producción de bienes de consumo.
Los fabricantes españoles optaron por reducir sus actividades de compra en mayo, dando salida a sus stocks.
Respecto
a los precios, los encuestados muestran una modesta inflación, pese a
los aumentos de productos químicos, combustible y carne.
La
confianza sobre el futuro marcó el nivel más bajo de los últimos seis
meses, debido a las inquietudes respecto a las recientes tendencias a la
baja de la producción y los nuevos pedidos.
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