martes, 28 de mayo de 2019

Cambios de estrategia tras los resultados del domingo / Fernando G. Urbaneja *

La mayor parte de los políticos de cabecera aparecen “renacidos” tras los resultados electorales del domingo; las estrategias desplegadas durante la larga campaña electoral de los últimos tres años están agotadas y ahora toca adaptarse al nuevo mapa político, a las nuevas realidades. 

El cambio afecta a todos y se concretará a los largo de los dos próximos meses con los pactos necesarios para formar gobierno de España y gobiernos autonómicos y municipales.

A los socialistas se les ha puesto cara negociadora abierta a todas las posibilidades con un Pedro Sánchez “renacido” que se ha vestido de gobernante europeo desde el primer minuto. Sánchez se va a volcar en la política internacional para lo cual necesita un ministro de Exteriores que ejecute la partitura que dicte la Moncloa. 

Los socialistas españoles van a liderar el grupo socialista en el Parlamento Europeo y Sánchez será la voz de ese grupo en el Consejo, con influencia para fijar prioridades y para nominar a los cinco presidentes: de la Comisión, del Consejo, del Parlamento, del Banco Central Europeo y del Eurogrupo, sin perder de vista la figura del representante de política exterior. Sin británico y con los italianos echados al monte, la posición española gana enteros en cuanto a iniciativa y mediación. 

Sánchez no va a desaprovechar esa ventana de oportunidad como fuente de rendimientos internos. En resumen Sánchez jugará la baza de estadista influyente y como botón de muestra sus dos citas en pocas horas con Macron y Merkel.

A los populares, más en concreto a Pablo Casado, se les abre la ventana de la renovación interna sin ver comprometido el activo que supone encabezar la oposición parlamentaria al tiempo que ocupa responsabilidades tan relevantes como la doble presidencia de Madrid (alcaldía y comunidad) y un buen puñado de Comunidades y ayuntamientos. El PP ha ganado margen para tomar distancia del pasado, de las corrupciones y de las vacilaciones y debilidades de Rajoy.

Ciudadanos ha fracasado en su intento de llegar a la cabeza, del gobierno, hipótesis que acariciaron a principios de 2018, antes de la moción de censura que tumbó a Rajoy; y después de encabezar la oposición desplazando a las populares. Lo tuvo cerca pero los electores no les han entregado esa baza. Ciudadanos, más en concreto Rivera, han fracasado, pero disfrutan de bazas poderosas para entregar el gobierno a unos u otros. 

Tiene que fijar distancia con Vox y cercanía con los socialistas, es decir enfatizar su perfil centrista y liberal. Asumir el papel de partido bisagra que no ha sido el objetivo buscado estos dos últimos años.

El caso de Podemos-Iglesias es más complicado. De Vista Alegre I a Vista Alegre II hubo un salto cualitativo, por el camino perdieron las confluencias, integraron buena parte de IU-PCE, pero salen del ciclo electoral disminuidos y envejecidos. El PSOE les necesita, pero cada vez menos. Iglesias suena hueco cuando habla, muy solemne pero poco creíble. 

Se le acabó la magia y corren el riesgo de ser digeridos por el PSOE y las izquierdas extremas.

En cuanto a Vox su suerte queda vinculada a la del PP y su proceso de renovación. Sirvió para castigar a Rajoy pero corre el riesgo de quedar encerrado en la extrema derecha intratable o poco recomendable.

En resumen un nuevo cuadro, oportunidades abiertas, imprevisibles pero más consistentes que las que había cuando empezó el largo proceso electoral que concluyó el domingo.


(*) Periodista y politólogo


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