miércoles, 10 de abril de 2019

Sánchez con los indultos y Casado en los charcos / Pablo Sebastián *

No le ha salido bien a Pedro Sánchez su entrevista con Antonio García Ferreras en La Sexta TV porque los silencios de Sánchez lo han dejado en evidencia. Sobre todo cuando se negó a pronunciarse sobre los indultos a los golpistas, y pasó de puntillas sobre el ‘relator’ que aceptó para que Torra le aprobara los Presupuestos con Torra, y sobre las graves palabras de Iceta sobre el referéndum.

Al tiempo que Sánchez se negó a responder sobre la posibilidad de que Pablo Iglesias entre su pretendido nuevo Gobierno.

Sánchez no dijo nada sobre todo ello y el que calla otorga. Y calla porque quiere dejarse abierta la puerta para poder pactar tras las elecciones del 28-A con Podemos y ERC, y ello no será posible si Iglesias no entra en el nuevo Gobierno y no hay indultos a los golpistas como lo espera Oriol Junqueras.

La cuestión catalana es el talón de Aquiles de Sánchez quien todavía no se ha enterado que el problema de Cataluña no es, como dice, la ‘convivencia’ -para justificar sus regalos a los golpistas- sino la ausencia de legalidad. Una cuestión que continúa vigente y que aflora de manera permanente y hasta con la violencia de los CDR amparada por Torra.

Sánchez sigue adulando a ERC y Podemos porque sabe que él no puede pactar la investidura ni con Albert Rivera ni con Pablo Casado. Un líder del PP que, con sus colaboradores, no para de meterse en todos los charcos posibles. Ayer Casado habló de una rebaja del salario de 900 euros a 850 euros, lo que luego intentó rectificar.

Y hace unos días su experto fiscal, Lacalle, habló de rebajar las pensiones, mientras que su número dos en la lista por Madrid, Adolfito Suárez se lució hablando del aborto en el tiempo de los neandertales y ahora anda diciendo idioteces sobre la fiesta taurina.

Y hay que ser bastante tontos para meterse a chapotear en esos charcos en plena campaña electoral y en los que el PP chapotea alegremente haciendo regalos a sus competidores. Y subiendo el tono de sus discursos para frenar a Vox cuando, al contrario de lo que pretenden, es el PP el que impulsa al partido de Santiago Abascal.

Partido Vox que se ha convertido en la estrella y en la mayor incógnita de la precampaña electoral, mientras por Madrid circulan rumores que anuncian que Vox podría conseguir un resultado espectacular.

De manera que Sánchez regresa al horizonte de sus pactos con Podemos y ERC y Casado pierde los nervios y la centralidad. Todo ello cuando se sabe que el número de los votantes indecisos es del 40 %. Lo que significa que los silencios calculados de Sánchez y los errores de Casado pueden dar un vuelco inesperado al resultado electoral.



(*) Periodista



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