martes, 12 de marzo de 2019

Zaplana ocultó 20 millones procedentes de sobornos en el extranjero

MADRID.- Siete millones en Luxemburgo, seis millones en Suiza... y otros siete en Andorra. El levantamiento del secreto, este martes, de una nueva parte del caso Erial ha elevado la fortuna de origen ilícito que el exministro del PP Eduardo Zaplana ocultó presuntamente en el extranjero con ayuda de su red de testaferros a 20 millones de euros, según adelanta hoy El País

El grueso del dinero escondido en el principado pirenaico, 5,96 millones, fue depositado en la Banca Privada d'Andorra mediante ingresos en efectivo entre los años 2004 y 2007, cuando Zaplana era diputado en el Congreso. El también expresidente de la Generalitat ha negado las acusaciones que pesan sobre él.
Los pinchazos telefónicos a los que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sometió a Zaplana y a sus colaboradores revela la angustia con la que descubrieron, a principios de mayo de 2018, que su cuenta principal en la entidad andorrana había sido bloqueada ante los indicios de que había sido utilizada para el blanqueo de capitales.
"Me he quedado patas parriba", confesaba en una de las conversaciones interceptadas Joaquín Barceló, exdirectivo de Terra Mítica, considerado el principal testaferro del exministro, tras mantener una nerviosa charla con una empleada de la Banca Privada d'Andorra.
A final de ese mes, Barceló, Zaplana y el resto de sus principales estrechos colaboradores eran detenidos por la Guardia Civil. Para entonces, en la cuenta de Andorra quedaba muy poco del dinero que llegó a tener. Los fondos habían sido extraídos a lo largo de los años utilizando varias sociedades con domicilio en Panamá —Puncak Services, Adua SA , Plaza Fountains y Vansley International—y Luxemburgo —Anipa Corporation—.
Fuentes de la investigación aseguran, sin embargo, que la juez instructora, Isabel Rodríguez, ha seguido el rastro del dinero. Las mismas fuentes confían en que también en este caso los fondos puedan ser recuperados, y vinculan el dinero con comisiones por adjudicaciones de contratos públicos que todavía no han salido a la luz. Se trata de la parte del caso Erial que permanece bajo secreto.

La trama del oro

El levantamiento parcial ordenado este lunes también ha permitido saber que la magistrada ha conectado a Zaplana con una trama dedicada presuntamente a blanquear fondos utilizando para ello lingotes de oro. La juez ha imputado a la hija del exdirigente del PP María Zaplana y al marido de esta, Luis Iglesias, después de que los investigadores descubrieron el extraño sistema utilizado para arrendar el céntrico piso situado en la calle Pascual y Genís de Valencia donde el exdirigente popular residía cuando fue detenido.
El inmueble, de 300 metros cuadrados, lo alquilaron la hija y el yerno de Zaplana, pero no vivían ellos, sino el exministro. El arrendador del piso ha resultado ser un viejo conocido de la Fiscalía Anticorrupción, Miroslav Schopoff, un empresario búlgaro cuyo imperio de locales de compraventa de oro —con los que pasó de facturar 11 millones de euros en 2008 a facturar 1.000 millones en 2012— se desmoronó como consecuencia de una macroperación policial lanzada en 2014.
La Audiencia Nacional se hizo cargo de la causa judicial en torno a su empresa, Oro Direct, en la que, además de Schopoff, fueron imputadas otras 140 personas por blanquear supuestamente mediante lingotes grandes cantidades de dinero negro procedentes del sector inmobiliario y del crimen organizado.
Schopoff alquilaba a María Zaplana y a su marido el piso, ubicado en el número 12 de la calle Pascual y Genís. Pero no era el propietario. El verdadero dueño, un valenciano, se lo había arrendado al empresario búlgaro por 2.400 euros al mes (IVA incluido).
Y Schopoff se lo alquilaba a la hija del exministro por cerca del doble, a través de una agencia inmobiliaria. Los investigadores no creen que se trate de una coincidencia, sino de una fórmula para pagar discretamente un servicio al empresario de Europa del Este, especializado presuntamente en el blanqueo de capitales a escala internacional.
La juez ha embargado a Zaplana y a sus supuestos testaferros dinero en efectivo y bienes por importe de 13 millones de euros, procedentes presuntamente del cobro de comisiones ilegales.
El dinero procedente supuestamente de mordidas por adjudicaciones de la Generalitat valenciana fue evadido al extranjero y retornado en parte a España utilizando para ello una densa tela de araña societaria formada por una veintena de mercantiles y cuentas bancarias en Luxemburgo, Uruguay, Panamá, Andorra, Suiza y España.
Los investigadores creen, sin embargo, que el exministro, enfermo de leucemia y en libertad desde el pasado mes de febrero, todavía esconde una fortuna en el extranjero.

Lingotes fundidos en Suiza

La Fiscalía Anticorrupción ya se cruzó con Miroslav Schopoff por su supuesta conexión con el blanqueo de capitales del PP valenciano en 2016, tal como adelantó El País. Fue durante la investigación del caso Taula, la red que presuntamente cobró comisiones del 3% por adjudicaciones gobernadas por los populares en los niveles local, provincial y autonómico de la Administración valenciana.
En aquella ocasión, la pista que halló el ministerio público no señalaba hacia Zaplana, sino hacia Alfonso Rus, que fue durante una década presidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia.
La trama del oro desmantelada en 2014, en una operación de la policía y la Agencia Tributaria, creció al calor de la crisis y del aumento del número de personas que se desprendían de sus joyas por necesidad. Solo en Valencia pasó de haber 44 comercios de este tipo en 2010 a sumar 230 en 2012.
Las alhajas compradas a sus dueños en España por Oro Direct eran fundidas y transformadas en lingotes en Suiza, según informó entonces la policía. La sospecha de los investigadores es que Schopoff aprovechó el auge del negocio para emitir facturas falsas por compras de oro ficticias con el fin de blanquear dinero negro.

No hay comentarios: