MURCIA.- El jefe de sección de Alergología del Hospital Reina Sofía de Murcia,
Juan Carlos Miralles López, advirtió este martes de que la
contaminación por partículas -especialmente de las partículas diésel-,
convierte al polen en «más agresivo» y hace que los pacientes sufran más
síntomas y desarrollen más tipos de alergias.
Miralles alertó de
que los niveles de contaminación influyen en los síntomas de los
pacientes de forma directa porque «producen síntomas irritativos».
Así,
si la alergia ya provoca de por sí una cierta irritación en el
paciente, la contaminación hace que «se encuentren peor» debido a los
mecanismos irritativos, que pueden producir efectos adversos tanto en
las vías respiratorias superiores (fosas nasales u ojos) e, incluso, a
nivel de vías respiratorias inferiores, con síntomas asmáticos.
Mirallas
precisó que también se ha comprobado que las partículas diésel hacen
que los pólenes expresen proteínas de defensa que son «muy alergénicas».
Esto quiere decir que la contaminación por partículas diésel hace que
los pólenes sean «más agresivos».
De hecho, este alergólogo
explica que la población que vive cerca de autopistas, donde hay mucho
tráfico rodado y exposición a partículas diésel, desarrolla más alergias
y síntomas más intensos que las personas que viven en zonas en las que
no hay tanto tráfico rodado.
Diversos estudios realizados en
ciudades han permitido averiguar que, cuando hay picos de contaminación,
como ha ocurrido en los últimos meses en Murcia, los pacientes con
bronquitis y asma ingresan más en los hospitales, por lo que «hay cierta
relación entre la sintomatología con los niveles de contaminación».
Las
partículas diésel, añade, «hace que los pólenes desarrollen proteínas
de defensa que son muy alergénicas, lo que puede hacer que la población
más expuesta a niveles de contaminación de partículas (sobre todo de
partículas disésel), desarrollen más síntomas y más alergias».
Por
otro lado, Miralles explicó que la escasez de lluvias en otoño e
invierno hacen prever que la polinización no será muy intensa esta
primavera, que no será «especialmente dura» para los alérgicos. No
obstante, la sequedad ha adelantado ligeramente la polinización del
ciprés, según hizo saber .
En concreto, Miralles explicó que la
polinización del ciprés se ha adelantado «un poco» porque el invierno ha
sido «caluroso, casi primaveral». Esto ha provocado que, ahora mismo,
el ambiente esté cargado de cupresáceas de este tipo de árbol y está
haciendo que la población acuda a las consultas de los alergólogos.
En
las consultas, los alergólogos han detectado unos «picos no muy
intensos» debido a este adelanto de la polinización del ciprés y los
pacientes «se están quejando de síntomas durante los meses de febrero y
marzo». No obstante, destacó que no ha habido «picos grandes» de
asistencia, sino que ha sido «más bien sostenida en el tiempo».
Por
otro lado, los alergólogos esperan que la incidencia de las gramíneas
tampoco sea muy alta esta primavera, porque es un polen que depende de
la pluviosidad que haya en otoño y en invierno.
Al ser un otoño y un
invierno «muy seco, no esperan una polinización muy intensa de las
garmíneas o parietaria. »El invierno ha sido muy seco, de forma que las
plantas no estarán muy floridas y no habrá mucha polinización«, ha
destacado.
Otro caso es el del olivo, que es un cultivo «más bien
de secano» y no se guía tanto por la pluviosidad, según Miralles, quien
señala que su evolución «dependerá de cómo sea la climatología en
primavera».
Por ejemplo, si la estación es lluviosa, «eso hace que los
granos de polen bajen al suelo y haya menos en el ambiente». Sin
embargo, si la primavera es también seca y ventosa, los niveles de polen
del olivo, por ejemplo, «serán más altos».
No obstante, en líneas
generales, los alergólogos esperan que la polinización sea «parecida» a
la de años anteriores« debido a la escasez de lluvias en otoño y en
invierno.
Miralles
remarcó que el polen que hay en la atmósfera en la Región de Murcia en
la actualidad es predominantemente de ciprés, cuya polinización suele
comenzar a finales de enero o principios de febrero, y se extiende hasta
finales de marzo.
A partir de ese momento, comienza la
polinización del plátano de sombra y después se añaden los pólenes de
gramíneas y parietaria. Posteriormente se añade el polen de olivo de
amarantáceas. Esto hace que la Región tenga una variedad alergénica en
primavera «muy alta, muy superior a otros sitios».
En general,
remarca que los pacientes, en ocasiones, «se polisensibilizan y
desarrollan alergias a diversos pólenes y pasan la primavera bastante
mal».
Otra característica de la Región es que, a diferencia de
otros lugares de España en los que la polinización se circunscribe a la
primavera, aquí también hay polinización durante el verano, el otoño e,
incluso, el invierno.
«Esto hace que la polinización en la Región
sea muy prolongada, y que los pacientes polisensibilizados estén malos
durante casi todo el año, no solo en primavera», añadió Miralles.
Por
ejemplo, a finales del verano hay un pico de amarantáceas; en otoño se
produce un pico de gramíneas y de parietaria; y la artemisia en la
Región es un polen de invierno, de los meses de diciembre y enero. De
esta manera, señaló que hay una gran riqueza de árboles alergénicos en
la Región y los pacientes que están polisensibilizados pueden estar con
síntomas durante todo el año.
Por orden de frecuencia, los pólenes
que producen más alergia en la Región son los del olivo; seguidos de
las amarantáceas cuyo polen más significativo es el de salsola; en
tercer lugar se encuentran las gramíneas; en cuarto lugar la parietaria
judaica y, en quinto lugar, el ciprés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario