MADRID.- En 2017 se expidieron en España 385.282 carnés de conducir;
la cifra más baja de los últimos 30 años. En 1990, por ejemplo, se
sacaron más de 600.000. El número de permisos iba cada año en aumento
hasta hace 10 años. En 2008 se alcanzó el récord de 873.587 carnés expedidos.
Desde entonces la cifra ha ido cayendo por tres razones según los expertos, el descenso de la natalidad, la crisis económica y, sobre todo, por los nuevos hábitos de los jóvenes que ya no tienen el coche como prioridad al cumplir los 18 años.
María Lidón Lorenzo, subdirectora de Formación y Educación Vial de la
DGT considera en declaraciones a la Cadena SER que el factor fundamental es “un giro en la manera de entender la vida y la movilidad
por parte de la gente joven que ya no concibe el coche como un producto
de primera necesidad como ocurría en anteriores generaciones”.
A su
juicio “es un cambio de mentalidad en el que otras alternativas de transporte más ecológicas
y accesibles tecnológicamente les parecen más atractivas”.
Los jóvenes
apuestan hoy mucho más por el transporte público o la bicicleta para
moverse.
La subdirectora asegura que muchos jóvenes rechazan en principio la idea del coche
porque les supone un coste sacarse el carné y luego adquirir el
vehículo y mantenerlo.
Prefieren invertir en un ordenador o en el último
móvil.
Según los datos de la DGT, el carné de conducir se saca cada vez más tarde y se suele vincular a la incorporación al mercado de trabajo y a formar una familia.
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