La revelación de La Sexta TV de que la ministra de Sanidad Carmen
Montón plagió, de varios textos publicados en Internet, 19 páginas de su
Trabajo de Fin de Máster en la Universidad Rey Juan Carlos ha puesto
punto final a su estancia en el Gobierno de Pedro Sánchez.
Esta noche
presentó su dimisión insistiendo, sin decir la verdad, en que no cometió
irregularidad alguna, sin mencionar el plagio de su Trabajo de Fin de
Máster.
Una dimisión que deja en el mayor de los ridículos al presidente
Sánchez quien, por la tarde en los pasillos del Senado, ofreció
su apoyo a la ministra Montón pocas horas antes de que se descubriera el
plagio de su Trabajo de Fin de Máster.
Un máster el de Montón que se ha revelado fraudulento en varios
apartados por acción propia y los favores recibidos de la Universidad
una vez que se ha conocido que no dijo la verdad y ha cometido las
irregularidades que ella negó. Sobre todo una vez que ahora reconoce el
plagio diciendo en privado que se le olvidó citar a los autores de los
textos copiados literalmente como si fueran de su creación.
Esto, unido al cambio de sus notas después de acabar el máster y a un
sinfín de regalos y favores de la Universidad donde no cumplió la
obligación presencial de asistir a las ni los plazos estipulados en el
máster, la obligó a dimitir de forma inmediata para no ser cesada de
manera fulminante por el Presidente Sánchez.
El que en tan solo cien días de Gobierno ha tenido que prescindir de
dos ministros de su Gobierno (Màxim Huerta y Carmen Montón), ambos
cazados en serias e impresentables actuaciones e irregularidades, que
ocultaron al presidente al aceptar el cargo de ministros y por las que
finalmente se han tenido que marchar.
Y en el caso de la ministra Montón, mentirosa y plagiadora, con gran
revuelo político y mediático causando un daño importante al Gobierno y
en especial al presidente Sánchez y al ministro Ábalos que la apoyaron
en público.
Si a esto añadimos el sinfín de rectificaciones de Sánchez (la última
el cese de Montón) sobre Màxim Huerta, la inmigración, la exhumación de
Franco, el sindicato de trabajadoras del sexo, el juez Llarena y la
venta de bombas a Arabia Saudí, veremos lo errático y el nivel de
incompetencia manifiesta del Gobierno socialista que llegó al poder
gracias a la moción de censura contra Mariano Rajoy.
Lo asombroso del ‘caso Montón’ es que, después de haber visto lo que
había ocurrido con los másteres de Cifuentes y Casado en la oscura
Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y conociendo sus plagios,
irregularidades y favores recibidos para aprobar su máster, ella
ocultara todo esto a Sánchez y sin el menor rubor aceptara la propuesta
del presidente para integrarse en su Gobierno.
Y la pregunta que nos asalta en esta tesitura es la de si hay algún
ministro más del Gobierno de Sánchez en situación de irregularidad. Lo
que no sería de extrañar.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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