miércoles, 11 de julio de 2018

La guerra de las cloacas: estalla la primera bomba Villarejo / José Oneto *

La filtración de una grabación en la que la amiga del rey Juan Carlos Corinna Zu Sayn-Wittgenstein  asegura que el Rey Emérito la utilizó de testaferro para esconder su patrimonio, grabación publicada por los digitales OK Diario y El Español, sería la primera entrega de una serie de documentos comprometedores para muchas personas, incluidos importantes empresarios y hombres de negocios,  que han tenido algún tipo de contacto con el ex comisario de policía José Manuel Villarejo, que durante años  ha actuado de policía encubierto en numerosos operaciones clandestinas dentro y fuera de España  y que ha acumulado una  notable fortuna con  un negocio  paralelo en el que ha traficado con información sensible de la policía y de los servicios de información.

No se descarta que a raíz de la publicación este Miércoles del contenido de conversaciones grabadas por el comisario Villarejo, delante de un testigo  tan sorprendente como Juan Villalonga, expresidente de Telefónica (no hay que olvidar que en su momento se decidió extender un manto de silencio sobre su actuación en Telefónica en la época de Aznar, su compañero de pupitre) que no se sabe realmente qué papel cumple, puede tener consecuencias judiciales ya que es posible que sea citada por la Fiscalía Anticorrupción  que cree que la filtración de esa entrevista puede obedecer a un intento del expolicía de presionar para ser puesto en libertad.

Tras la decisión de la Fiscalía Anticorrupción de pedir la permanencia en prisión de Villarejo,  que desde hace ocho meses permanece en la cárcel de Estremeras, acusado de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, este Miércoles ha cumplido su amenaza con la que ha venido chantajeando al CNI  (Centro Nacional de Inteligencia) a su director, el general Félix Sanz Roldán, a la propia policía, a la judicatura,  e incluso, al anterior ministro del Interior Jorge Fernandez Díaz  y, ha decidido destapar las cloacas del Estado, en lo que parece una operación  por etapas para conseguir su libertad después de ocho meses encarcelado.

Tanto Villarejo como el excomisario jefe de Barajas Carlos Salamanca ingresaron por orden de la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Carmen Lamela el  pasado, 3 de Noviembre en el marco de la operación Tándem, que investiga su integración en una  trama con la que se habrían lucrado con servicios especializados de inteligencia y facilitado la entrada ilegal de ciudadanos no comunitarios en territorio español. 

A raíz de esa detención y en los registros practicados en su domicilio se intervinieron numerosas grabaciones (entre ellas la que se ha publicado hoy) que servían al excomisario para hacer chantajes y para material de intercambio de favores para su negocio, basado en información policial y reservada, que ponía al servicio de sus clientes entre los que se encontraban grandes empresarios, y hombres de negocios, que en estos momentos no están seguros de que muchos de sus datos comprometedores puedan ser filtrados, especialmente todo lo referente a una  misteriosa lista de españoles con fortunas fuera de España, que estarían incluidos en la llamada “lista Fasana o Lista Soleado” , ocupada en uno de los registros del caso Gürtel.

La primera bomba de esa operación estratégica, la ha soltado este Miércoles con  una conversación con Corinna, la ex amiga del rey Juan Carlos, en la que cuenta como supuestamente  el ex Jefe del Estado español, la habría utilizado de testaferro  para sus negocios privados y como tapadera de operaciones de las que, según ella, no sabía nada y que se enteró posteriormente cuando se le pidió la devolución de lo que estaba a su nombre. “No lo ha hecho porque me quiera mucho, sino porque resido en Mónaco”. 

Según la versión de Corinna, ella fue presionada y amenazada por el jefe de los servicios de inteligencia Félix Sanz Roldán. El director del CNI es el enemigo a muerte al que siempre acusa Villarejo y, ya antes de su detención, en una entrevista en la Sexta con Jordi Évole lo puso en la picota, insinuando que poseía información muy sensible que afectaba a los más altos mandatarios del país…

De todas formas estaríamos ante el estallido de lo que es una auténtica bomba de racimo.


(*) Periodista y economista 


No hay comentarios: