LORCA.- La concejala de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, ha tachado de
trato "cruel, degradante e inhumano" obligar a las mujeres que
interrumpen su embarazo antes de la semana 12 de gestación a hacerlo
"con dolor" o a pagar de su bolsillo el coste de la sedación.
Es
"aberrante" que tengan que abonar entre 90 y 100 euros para pagarse la
anestesia, tal y como ha denunciado la Asociación de Usuarios de la
Sanidad de la Región de Murcia (ADSP-RM).
Con su decisión de no financiar la anestesia en los abortos
quirúrgicos, la Consejería de Salud del Gobierno murciano también
alienta la "inseguridad jurídica médica" ya que fuerza a los ginecólogos
a incumplir la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Ley
Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la
interrupción voluntaria del embarazo, así como el propio Código de
Ética y Deontología Médica, lo que supondría "incurrir en falta
disciplinaria tipificada en los Estatutos Generales de la Organización
Médica Colegial".
Esto podría afectar a los facultativos de las cinco
clínicas concertadas que realizan interrupciones voluntarias del
embarazo en la Región de Murcia, una de ellas radicada en Lorca.
Martín recordó que en la Región se practican más de 3.000 abortos al
año es la sexta comunidad con mayor tasa por cada mil mujeres de los
que prácticamente el 90% son derivados a estas clínicas concertadas.
"La
excusa oficial es la objeción de conciencia del personal sanitario,
pero la realidad es que el Servicio Murciano de Salud se niega a poner
los medios suficientes para garantizar que este servicio sanitario
reconocido se pueda practicar en los centros públicos de manera segura,
gratuita y respetando el criterio de proximidad", dijo.
En ese sentido,
recordó que algunas mujeres son derivadas a Madrid para ser sometidas a
un legrado. "En una situación de gran vulnerabilidad las mandan a 400
kilómetros con un billete de tren, lo que infringe un terrible desamparo
por parte de las autoridades sanitarias regionales", lamentó.
Según la edil de IU-Verdes, la causa de todo ello es "puramente
ideológica".
"Utilizar el dolor de las mujeres como moneda de cambio
para contentar a los sectores más integristas del Partido Popular y a la
Iglesia Católica es indecente", aseguró Martín quien también criticó el
"silencio cómplice" de Ciudadanos, que sustenta al PP en el Gobierno
murciano.
"Elegir sobre nuestra maternidad es un derecho fundamental de
las mujeres y, como tal, no puede ser objeto de intercambio con los
estamentos religiosos y sociales más reaccionarios", aseguró.
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