MADRID.- Antonio Garamendi, presidente de la patronal de las pymes (Cepyme), considera necesario un acuerdo marco salarial
con los interlocutores sociales con el fin de apoyar la imagen de
estabilidad de España. Sin embargo, Garamendi asegura que "no van a
poder firmar" un salario mínimo en convenio de 1.000 euros, tal y como
piden los sindicatos.
Garamendi reflexiona sobre la negociación entre las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos UGT y CCOO para IV Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC), para lo que inicialmente se dieron de plazo hasta Semana Santa.
A juicio del también vicepresidente de la CEOE, es fundamental tener en cuenta que el 45 % de las empresas aún siguen en pérdidas y
son fundamentalmente pequeñas, por lo que ve "casi imposible" firmar
una subida mínima del 3,1 %, ni aceptar el salario mínimo en convenio de
1.000 euros mensuales que proponen los sindicatos.
"Si pones un suelo tan alto, lo que
consigues es que no se genere empleo", dice Garamendi, que reconoce que
los salarios tienen que subir, pero que cada empresa tendrá que ir adaptándose en la medida de sus posibilidades.
También ha descartado asumir otra de las reivindicaciones de los sindicatos, la cláusula de garantía salarial, que fue el principal escollo para lograr un acuerdo el año pasado.
Nuevo acuerdo
Para Garamendi el nuevo acuerdo debe contemplar, además de los salariales, otros asuntos como medidas para atajar el absentismo laboral, incidiendo sobre las bajas que son fraude y acelerando el alta médica utilizando recursos de las mutuas.
Asimismo, ve necesario que el acuerdo recoja
medidas para abordar las transformación del mundo laboral, incidiendo
en la formación.
Otra negociación abierta, en este caso en el
ámbito del diálogo social, es la que mantienen las patronales y los
sindicatos con el Gobierno para alcanzar un plan de choque para el
empleo, un acuerdo que avanza con lentitud, lo que atribuye a los
tiempos de la política, más centrada en las citas electorales.
"Nosotros no nos presentamos a las
elecciones (...) Si algunos creen que ese es el espacio, yo creo que se
equivocan. Tenemos que dejarnos de demagogia y populismo y hablar con
tranquilidad de las cosas que preocupan a la sociedad y, una de ellas,
es la calidad en el empleo o la formación", deja claro.
Tampoco está conforme con que se endurezca
el régimen sancionador para las empresas que celebren contratos
temporales sin causa, e incide en que la mayor parte del empleo temporal es público y se concentra en la sanidad y la educación.
Sí que se muestra a favor de abordar
medidas de conciliación, como adelantar el fin de la jornada laboral y
no ve dificultades a la hora de que las empresas sean más transparentes
con los salarios. Garamendi aboga por que estos asuntos se pacten en la
negociación colectiva, porque "por Ley nos equivocaremos".
No obstante, añade que "puede existir brecha salarial pero no desigualdad"
y que es un problema no tanto de la empresa como de toda la sociedad,
por lo que considera necesario hablar de la conciliación también "en las
casas".
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