CARAVACA DE LA CRUZ.- Siguiendo las instrucciones del Juzgado Número 1 de Mula, la Guardia
Civil ha entregado al Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz cerca de una
veintena de piezas arqueológicas, que fueron robadas en el año 2014 de
los fondos del Museo Arqueológico Municipal 'La Soledad'.
La mayor parte de los elementos recuperados por el Grupo de
Patrimonio Histórico de la Guardia Civil pertenecen al yacimiento de la
necrópolis tumular ibérica 'El Villar', localizado en la pedanía de
Archivel, aunque también se encuentra un pequeño conjunto de elementos
cerámicos y parte de un capitel en bastante buen estado de conservación
del 'Cerro de la ermita' de La Encarnación.
Hasta el momento se han localizado unas 20 piezas, de las 43 que
fueron sustraídas de forma ilegal de dependencias del Museo Arqueológico
'La Soledad' en febrero de 2014, tal y como ha detallado el arqueólogo
municipal, Francisco Brotóns. Estas fueron localizadas por la Guardia
Civil en el marco de la operación 'Operación Lignum', entre las miles
que se interceptaron en la vivienda de un vecino de Bullas, y es posible
que el resto de elementos robados sea también localizado en breve, ya
que en su mayor parte las piezas van claramente identificadas.
Entre las piezas que ya han sido devueltas al Ayuntamiento de
Caravaca de la Cruz, a través del Museo Arqueológico 'La Soledad', se
encuentran vasos, platos y tinajillas de cerámica ibérica pintada, así
como una pesa de telar circular, entre otras.
La necrópolis tumular ibérica de Archivel, de donde procede la mayor
parte de las piezas recuperadas, se localiza junto a la vieja ruta
natural que ponía en comunicación la costa mediterránea con la Alta
Andalucía, siguiendo los cursos fluviales de los ríos Segura,
Argos-Quípar y Guadiana Menor.
Hasta la fecha se han excavado 113 tumbas
de diversos tipos que alojaban las cenizas de los difuntos, acompañadas
con frecuencia de diversos objetos de ajuar, destacando especialmente
las armas y las pesas de telar.
Debió estar vinculada a un núcleo
secundario en la jerarquía del poblamiento ibérico de la cuenca alta de
los ríos Argos y Quípar que no ha podido ser todavía localizado.
Presenta un desarrollo diacrónico que abarca sin solución de continuidad
desde el siglo IV a.C. hasta el siglo I a.C., manteniendo la zona el
carácter cementerial hasta los inicios del siglo II d.C.
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