jueves, 21 de diciembre de 2017

Los españoles llevan nueve años soltando lastre hipotecario

MADRID.- Dicen los si­có­logos que soltar lastre cons­ti­tuye una clave per­sonal para su­perar el pa­sado. El globo hi­po­te­cario de las fa­mi­lias es­pañolas es­taba muy in­flado, como lo de­muestra que los ho­gares llevan ocho años ali­ge­rando su en­deu­da­miento. En el úl­timo año, la deuda de estos se ha re­du­cido nada menos que en 9.649 mi­llones de eu­ros. La ma­yoría de este en­deu­da­miento pro­cede de la compra de vi­vienda y una parte dis­creta de prés­tamos al con­sumo, según www.capitalmadrid.com

A finales de la pasada década, la economía española sufrió una situación de estrangulamiento de la liquidez, como consecuencia del crecimiento sin freno del mercado inmobiliario. Una parte de este lo constituye la actividad de venta de viviendas.
La burbuja inmobiliaria llevó a las entidades a prestar por encima de la capacidad de devolución de préstamos por parte de las familias. Se inflaban las tasaciones de pisos y se daban créditos por encima del 100% del valor de la casa para comprar coche también. Y lo que peor de todo fue que se prestaba muy por encima de la capacidad de los clientes para devolver los créditos.
Hasta ese momento el límite se encontraba en el 35% de la renta disponible de las familias. Esta línea roja de la banca en lo referente a capacidad de pago de lis clientes se transgredió hasta permitir préstamos del 60% de los ingresos, algo que en un préstamo a largo plazo sólo podían devolver unos pocos clientes. Se hicieron muchas de estas “hipotecas subprime a la española”.

Estallido de la burbuja
La consecuencia de todo fue el estallido de la burbuja inmobiliaria que, en el caso de las familias, ha dado paso a un proceso bestial de reducción de deuda. En muchos casos, esa reducción de deuda ha venido de la mano de un embargo judicial. Sea como fuere, los hogares españoles han reducido endeudamiento en nada menos que 206.486 millones de euros en los últimos nueve años. En 2008 alcanzaron las mayores cotas de endeudamiento, con 911.283 millones de euros.
Casi un decenio después, la deuda de los hogares se ha reducido en 206.486 millones de euros, lo que supone casi el 23% respecto a sus niveles del año 2008. Los mayores retrocesos de esta deuda se han registrado en 2011, con 27.186 millones; 2012, con 37.138 millones; 2013, con 46.429 millones y 2014, con 38.633 millones. Lejos quedan los tiempos en que bancos y cajas abrían oficina al pie de cada promoción inmobiliaria y eran secundados de inmediato por entidades de la competencia en una salvaje carrera sin sentido e llevó a la ruina a incautos y supuso el fin de las cajas de ahorros.
En cualquier caso, de todas las malas rachas se aprende. La teoría dice que a una crisis de endeudamiento le sigue un periodo de desapalancamiento de todos los sectores de la economía. En el caso español, los particulares han aprendido (y siguen haciéndolo) la lección de la crisis.
Las empresas también, al haber realizado estos deberes de reducción de deuda durante los años de la crisis. El Estado, en cambio, no ha podido hacerlo, debido al fuerte deterioro de las cuentas públicas provocado por el desempleo. La administración ha incrementado su deuda de niveles en el entorno del 35% del Producto Interior Bruto (PIB) hasta superar la cota del 100%.

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