jueves, 21 de diciembre de 2017

El fracking se frota las manos con los recortes en la producción de petróleo de la OPEP

MADRID.- El pasado 30 de noviembre, los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Rusia y otros países productores, llegaron a un acuerdo para prolongar los recortes en la producción de petróleo hasta finales de 2018. El júbilo entre los países firmantes era evidente, pero quizá el mayor beneficiado del acuerdo no estaba ese día en Viena, ciudad que acogió el cónclave. 

La industria petrolera de EEUU aumentará su producción y se llevará prácticamente el mismo dinero por barril vendido (o no importado) que los firmantes de los recortes sin mover un dedo para impulsar el precio del crudo, revela http://www.eleconomista.es.

La producción media en EEUU superará los 10 millones de barriles en 2018, gracias en parte a las subidas del precio del crudo, que no son ni más ni menos que consecuencias de los recortes de la OPEP, de algunos factores temporales y de un aumento de la demanda mundial que está siendo más robusto de lo esperado. Estas acciones restrictivas de la oferta por parte del cártel están permitiendo a EEUU ganar cuota de mercado poco a poco.

EEUU gana cuota de mercado

Como destacan los economistas Grant Strickler y Martin Stuermer, investigadores de la Reserva Federal de Dallas, destacan en el último análisis del mercado de petróleo que "los recortes de en la producción tienen un coste para la OPEP. El cártel ha perdido aproximadamente un punto porcentual de cuota de mercado desde diciembre de 2016".

"Durante el mismo periodo de tiempo, el petróleo estadounidense ha ganado un punto porcentual de cuota de mercado. Se espera que esta tendencia en la cuota de mercado continúe durante 2018, según los datos proporcionados por la Agencia Internacional de la Energía", destacan los expertos de la Reserva Federal de Dallas.

Con los precios del barril de Brent rondando los 63 dólares y el de West Texas en los 57 dólares, los productores de shale oil en EEUU están a punto de conseguir flujos de caja positivos. La estandarización de la producción y la entrada de grandes empresas en el sector, se están aprovechando las economías de escala a la par que entran en el mundo del shale la tecnología más avanzada.

La subida del petróleo es un incentivo

Unos precios del petróleo más altos pueden ser un incentivo para que las firmas de shale pongan en funcionamiento más plataformas buscando petróleo. La Agencia de la Energía de EEUU (EIA por sus siglas en inglés) destaca que "las subidas de precios del petróleo a finales de 2017 contribuirá a que la producción de EEUU supere los 10 millones de barriles para mediados de 2018".

Además, Canadá, Brasil, Noruega, Reino Unido y Kazajistán van a bombear unos 0,7 millones de barriles más de forma agregada. Así, bajo este marco, la EIA cree que los inventarios volverán a aumentar a finales de 2018.

Por otro lado, los investigadores de la Reserva Federal de Dallas creen que la OPEP debería tener en cuenta los inventarios a nivel mundial, no sólo las reservas de los países desarrollados. "Mientras que los inventarios de la OCDE han caído en 100 millones de barriles desde el tercer trimestre de 2016, pero los inventarios chinos se han incrementado en 200 millones de barriles", destacan los economistas de la Fed.

Por el contrario, los analistas de UBS creen que "en 2017 ha emergido una figura clara que muestra cómo debemos pensar sobre este mercado: la OPEP probablemente logrará su objetivo de normalizar los inventarios en la OCDE en 2018". 

Pero marco subyacente en este mercado "será la influencia del shale en la actividad petrolera, el ritmo de la inversión convencional, la demanda (que sigue pareciendo buena) y la amenaza estructural para el largo plazo que son los vehículos eléctricos", destacan desde el banco suizo. No obstante, los analistas de UBS creen que el precio del barril se estabilizará en los 60 dólares durante 2018.

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