lunes, 18 de diciembre de 2017

Las grandes constructoras, perplejas por la simpleza de las ideas del ministro De la Serna

MADRID.- Las grandes cons­truc­toras ven con per­ple­jidad no exento de asombro el plan de in­ter­na­cio­na­li­za­ción que el mi­nistro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha lan­zado a bombo y pla­tillo con el ob­je­tivo de for­ma­lizar alianzas entre las em­presas pri­vadas y las pú­blicas -Renfe, Aena, Adif y Puertos del Estado- e in­tentar lo­grar grandes in­fra­es­truc­turas en el ex­te­rior. Lo con­si­deran un brindis al sol, en gran me­dida, a juicio de www.capitalmadrid.com

El sector entiende que disponen ya de su propia carta de visita y que el Ministerio debería ocuparse con más ahínco en potenciar la obra pública interna, antes que actuar de embajador fuera de España. Máxime cuando en los peores momentos de la crisis debieron emigrar solas para no desaparecer y cuando siguen sin ver proyectos en firme.

De la Serna ha vuelto a despertar entre las constructoras el malestar que arrastran desde hace años con el Gobierno por la falta de inversión pública que ha existido en España, y sin viso alguno de que esto vaya a cambiar.

 “El Gobierno no solo no gasta apenas un euro en obras sino que ahora nos quiere hacer la agenda para acudir a los grandes proyectos que hay en el exterior”, han declarado a Capitalmadrid fuentes del sector, con cierta sorna.

Una reputación exterior ganada a pulso
A una gran parte de las empresas les ha parecido desacertada la iniciativa que Fomento quiera ahora servir de abanderado de las constructoras españolas, cuando los grandes contratos en los que actualmente participan la mayoría los han conseguido por sí mismas. 

Las seis mayores constructoras españolas -ACS, Acciona, Ferrovial, FCC, OHL y Sacyr- tienen el 75% de su actividad en el exterior y han logrado mantener su potencial gracias a su estrategia internacional.

En el plan de internacionalización diseñado por Fomento, De la Serna señala a 11 países estratégicos donde se van a poner en marcha grandes obras por valor de 2,5 billones de euros -Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Canadá, México, Reino Unido, Noruega, Suecia, Austria, Colombia y Perú- y enumera otros nueve países emergentes donde también se prevén importantes proyectos como Argentina, Chile, Dinamarca, Egipto, India, Israel, Malasia, Marruecos y Singapur.

Esta serie de países que el ministro califica como los más atractivos porque es donde se van a desarrollar grandes obras emblemáticas, figuran ya, según estas mismas fuentes, en las agendas de todas las constructoras españolas y, desde hace tiempo, sus equipos directivos se están moviendo en esa dirección.

Una medida que favorece más al Gobierno
Por eso, el hecho de que Fomento ofrezca su disposición a explorar y a participar en foros internacionales es algo que le favorece más al Gobierno por cuestión de imagen, que a las propias empresas porque todas estas compañías tienen una reputación consolidada.

A falta de obra pública en España, las empresas han centrado en los últimos años prácticamente toda su actividad en el exterior. Hasta el plan de construcción y mejora de carreteras que el Gobierno aprobó en julio pasado no se ha puesto en marcha aún por lo que el sector sigue tirando de los proyectos que consigue a nivel internacional.

ACS ha vuelto a liderar en 2016 la clasificación de los principales grupos de concesiones de infraestructuras, según el ranking que elabora la revista especializada Publics Works Financing (PWF). Dentro del Top 10, figuran cinco empresas españolas: ACS, Abertis, Ferrovial, Sacyr y Globalvía. La selección que anualmente hace la revista PWF certifica a España como el país que más empresas tiene en el mundo en infraestructuras, que acaparan los mayores proyectos que se realizan en el mundo.

Y es que, ocho grupos de los 32 que componen el ranking mundial son compañías españolas por delante de Francia que figura con cinco empresas. Australia, con Macquarie a la cabeza, tiene tres empresas, Reino Unido otras tres, y Holanda y México dos cada uno.

La compañía que preside Florentino Pérez encabeza la primera posición de este listado, tanto por el número de infraestructuras que el grupo tiene en construcción actualmente o en explotación -un total de 61-, como por la inversión que representa esta cartera, que asciende a cerca de 93.000 millones de dólares, unos 83.670 millones de euros.

Por tanto, desde las constructoras se piensa que a quien más favorece esta iniciativa es al Gobierno y al Ministerio de Fomento que buscan actuar de embajadores de las grandes constructoras españolas cuando todas se han logrado a pulso su reputación.

En cambio, la idea de crear consorcios público-privados con Renfe, Adif, Aena y Puertos del Estado se piensa que es una idea interesante pues beneficia a ambas partes a la hora de crear estrategias comunes y generar sinergias. Esta iniciativa si es una medida que suma, pues las cuatro empresas públicas son punteras en su terreno.

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