La recta
final de la campaña electoral en Cataluña para el jueves 21 de
diciembre, muestra una pugna para liderar el partido que resultará
más votado en un triunvirato que se disputan ERC, Junts per
Catalunya y Ciudadanos, según muestran la mayoría de encuestas. Pero
la gran incógnita será el día después y que grupos políticos
podrán llegar a compromisos para formar un nuevo gobierno.
El
bloque pro independentista (ERC, JxCat y CUP) ha planteado una campaña
en clave del referéndum, una repetición según ellos de la consulta que
celebraron el pasado 1 de octubre. Dicen que si el electorado catalán
que les vota no mantiene su asistencia –que fue del 57,8% en las pasadas
elecciones del 2014– será muy difícil poder formar un gobierno sólido.
Confían en mantener la mayoría parlamentaria, situada en 68 escaños,
sobre todo por el empuje que el ex presidente Carles Puigdemont, desde
Bruselas, está dando a la lista de Junts per Catalunya. Reclaman que él
es el presidente destituido por la aplicación del artículo 155 de la
Constitución, y que ahora puede ser detenido y conducido ante el
Tribunal Supremo si regresa a recoger su acta de diputado.sder4
Tampoco pinta muy bien para ERC, partido que ha perdido fuelle
electoral ante la campaña presidencialista de Puigdemont, con su líder
Oriol Junqueras encarcelado. Y una cabeza de lista, Marta Rovira, que
será citada próximamente ante los tribunales, junto con otros más, por
su implicación en los planes de implementar unilateralmente una
República Catalana.
Mientras, en la asamblearia CUP (Candidatura de Unidad Popular),
mantienen su programa sin matices hacia la independencia. Y, entre los
tres, pretenden mantener, con dificultad, la mayoría de 68 escaños en el
próximo Parlament de Catalunya.
En el frente constitucionalista, la escalada en votos y escaños la
recogerá Inés Arrimadas, candidata de Ciudadanos, al concitar parte del
voto oculto –en una elección que puede superar el 80% de participación–
junto a los desencantados del PP, que puede quedar en la cola de
partidos políticos en Cataluña. ´
Y, en medio de la contienda, el PSC de
Miquel Iceta, intentado recoger votos de los desencantados del
independentismo para mejorar su número de escaños. Sumando las tres
fuerzas – y aunque el PSC apoyase un gobierno Ciudadanos-PP – no van más
allá de los 60 escaños en las encuestas iniciales.
Queda la izquierda de Catalunya en Comú Podem, que dirige Xavier
Domènech, cuyos escaños, entre 8 y 10 según las encuestas, será el
partido bisagra si se produce el escenario preferido y deseado por un
eventualmente derrotado independentismo: un tripartito que difícilmente
lograría una mayoría (ERC, PSC y CatComú) y que podría gobernar con
pactos puntuales con JxCat y la CUP, frente a una oposición de
Ciudadanos y PP.
A la espera del veredicto de las urnas, lo previsible es que habrá
que ir hacia negociaciones y pactos, sobre todo con el gobierno popular
del presidente Mariano Rajoy, que ya insinúa que en cualquier caso se
cumplirá la norma constitucional y, en consecuencia, el imperio de la
ley y ... del 155.
(*) Periodista
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