jueves, 14 de diciembre de 2017

La campaña electoral se endurece y se encanalla / José Oneto *

A cinco días del final de la campaña electoral catalana, el discurso se ha endurecido, la críticas se han convertido en claros insultos, la actitud política se ha encanallado e,  incluso, el independentismo ha empezado a ocupar el espacio público  de la calle para impedir intervenciones políticas de los partidos constitucionalistas, o simplemente para insultar a sus dirigentes. 

La primera alarma de esta nueva situación  de tensión  que no tiene nada de espontanea,  se produjo  en la noche del Miércoles  a la  llegada del Presidente del Gobierno Mariano Rajoy  a Santa Sadorni d´Anoia, a dónde se trasladó para apoyar al candidato popular García Albiol, al que pretende salvar de la catástrofe que anuncian las encuestas, por lo que ha tomado el control de la campaña.

García Albiol, uno de los políticos más odiados por los nacionalistas , hasta el punto que fue una representación suya en un muñeco colgado en un puente ( junto con el de otros dirigentes constitucionalistas) el que apareció colgado como si hubiese sido ahorcado. La presencia de Rajoy, al que quisieron pasarle factura por  la aplicación del artículo 155, fue recibida con abucheo, insultos  y lanzamiento de huevos  y como respuesta al llamamiento del Presidente  a la petición de que “no se boicotease a nadie por la circunstancia de ser catalán”.

Pero ese boicot no sólo lo han sufrido los Populares. Simpatizantes  independentistas aparecen con gritos y pancartas en muchos de los actos, como el de Inés Arrimadas en Lérida.  Iceta ha sido objeto de todo tipo de insultos, incluso por su condición sexual, y de pintadas acusándole de franquista, y la candidata de Ciudadanos ha sido calificada de puta por un conocido independentista. 

El propio presidente de ese partido, Albert Rivera, ha tenido que ver como el negocio de su padre ha sido atacado en varias ocasiones y la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, ha tenido que sufrir ataques de la CUP, que ha intentado declararla persona no grata en su propio pueblo, mientras a Andrea Levi le han hecho la vida imposible en varios mítines.

Ese boicot, esos insultos, ese odio, que transmiten muchos en sus acciones en la calle ( y todo ello, disfrazado de un falso pacifismo)  parecen estar a la orden del día, y es posible que continúe hasta el final de la campaña el próximo Martes, que dará paso a la jornada de reflexión, que no se sabe, incluso, si será respetada, en tanto las elecciones han sido convocadas por el Presidente del Gobierno central y no por el de de la Generalitat, destituido y en exilio. 

Aunque a última hora todos los partidos, incluida la CUP, han decidido participar, la realidad es que el ambiente es más tenso y existe un mayor enfrentamiento que en las anteriores elecciones, especialmente las de 2015, en las que los independentistas iban unidos en un solo  partido (Juntas Pel Si JXSi) y, ahora hay una pelea a muerte, entre Puigdemont, y Oriol Junqueras, ya que los dos creen que deben ser Presidente de la Generalitat. Especialmente el primero, que se presenta como Presidente de la república catalana, yque con toda probabilidad, aparecerá en Cataluña o el día de cierre de la campaña, el de la jornada de reflexión o el día de las elecciones para votar en Gerona.

Fuentes cercanas al expresidente, aseguran que tiene varios trayectos preparados (uno de ellos pasaría por París para llegar a Perpiñán por carretera a Gerona). La inexistencia de una euroorden, anulada la que envió a Bélgica la jueza de la Audiencia Nacional, por el juez del Supremo Pablo Llarena, le permitiría a Puigdemont a circular libremente por Francia. De todas formas, ya han sido advertidas las autoridades francesas por las autoridades españolas del operativo policial que hay preparado por si intenta el regreso el expresidente a Cataluña.

PS .- Sin este ambiente de encanallamiento, no habría sido posible que un indeseable. antisistema que como okupa dejó tetrapléjico a un guardia urbano en Barcelona al tirarle un adoquín, haya asesinado por odio y por la espalda, en Zaragoza, a un motero que llevaba unos tirantes con la bandera española y que reivindicaba como falangista.


(*) Periodista y economista


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