CARTAGENA.- “Casco Antiguo sigue disolviéndose, lo quiera o no el Gobierno, es
una realidad que resulta bastante más tozuda que la obstinación de los
máximos responsables municipales, lo que ya es mucho decir”, tales
fueron las palabras de Pilar Marcos, portavoz de CTSSP en el Ayuntamiento de Cartagena, a la salida del
último Consejo de Administración de la entidad.
Tras conocerse la
renuncia del actual gerente así como los informes económicos elaborados
por la Intervención municipal que ponen de manifiesto la posibilidad de
la liquidación de la entidad, el grupo municipal de Podemos ha recordado
que la crisis de Casco Antiguo no llega de la noche a la mañana, sino
que ha sido el resultado de un agónico y esperpéntico proceso: al igual
que sucede con el Plan General, es otro de los tantos engendros del PP
que ha sobrevivido gracias al empecinamiento del nuevo Gobierno
municipal, quien negando tan obstinadamente la realidad ha llegado a la
prestidigitación contable para mantener con vida lo que ya estaba muerto
de antemano.
A juicio del grupo municipal, que desde un principio
ha sido el único grupo en exigir la disolución, el Gobierno no puede
perder ni un minuto más y debe proceder inmediatamente a la liquidación
de la sociedad, traspasando todos los activos y pasivos al Ayuntamiento,
de forma tal que un nuevo urbanismo pueda comenzar, gestionándose
directamente por la Administración Local, un urbanismo basado en las
necesidades de la gente. Todo lo contrario de lo que Casco Antiguo SA
representa en la historia reciente de Cartagena: especulación
inmobiliaria, sin finalidades sociales y profundamente insostenible en
lo económico.
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