MURCIA.- La autovía A-33 (Blanca-Fuente la
Higuera) es una infraestructura estratégica para la Región de Murcia
porque constituirá una pieza fundamental para mejorar las comunicaciones
por el interior con la Comunidad Valenciana. Supondrá abrir un nuevo
itinerario que permitirá recorrer en dos horas los 230 kilómetros que
separan las ciudades de Murcia y Valencia descargando de tráfico la saturada autovía del Mediterráneo A-7, según un comunicado de la CARM.
Es, además, una
infraestructura esencial para abrir la comarca del Altiplano y romper su
aislamiento con el resto de la Región, al reducir en media hora los
tiempos de desplazamiento entre la capital y Yecla. Y también para
ampliar las relaciones comerciales.
El nuevo trazado acorta el recorrido en 11 kilómetros y reduce más de 5 litros en combustible para los vehículos pesados. De este modo, el recorrido que antes se hacía en una hora y quince minutos entre Yecla y Murcia, ahora se completa en 45 minutos, lo que supone un ahorro de 30 minutos.
El nuevo trazado acorta el recorrido en 11 kilómetros y reduce más de 5 litros en combustible para los vehículos pesados. De este modo, el recorrido que antes se hacía en una hora y quince minutos entre Yecla y Murcia, ahora se completa en 45 minutos, lo que supone un ahorro de 30 minutos.
Esta autovía, que supondrá una inversión total del
Estado de 540 millones de euros, es una de las infraestructuras viarias
más importantes que se ha ido configurando en los últimos años y resulta
clave para agilizar los viajes de largo y medio recorrido en el nudo de
comunicaciones viarias norte-sur de la comarca murciana del Altiplano.
Una de
sus principales ventajas es que permite optimizar los tiempos de
recorrido y las cargas de tráfico de la circunvalación, facilitando la
conexión entre autovías y carreteras que confluyen en la red viaria.
Además, los tramos que ya están abiertos canalizan la mayor parte del
tráfico pesado con origen o destino a Murcia.
Su trazado completo entre Blanca y Fuente
la Higuera será de 90 kilómetros de longitud, de los que 60 discurren
íntegramente por la Región de Murcia.
Su construcción está muy avanzada, y en la
actualidad los vehículos pueden circular por 59 kilómetros de la
autovía, un 65 por ciento del total de la vía. La mayor parte del
trazado abierto al tráfico está en la Región de Murcia, con 54
kilómetros operativos entre Blanca y Yecla, mientras que los otros 5
kilómetros corresponden a la variante de Fuente la Higuera.
La autovía comenzó a ser una realidad
con la apertura de dos de sus tramos entre Blanca-Abarán y
Abarán-Jumilla, con un trazado de 30,7 kilómetros, que se conectan con
otros tres corredores fundamentales para la Región: la autovía A-31
(Albacete-Alicante), la autovía A-30 (Albacete-Murcia-Cartagena) y la
autovía A-35 (Almansa-Xátiva).
Este año se ha dado un fuerte impulso a
la culminación de la autovía con la apertura este mes de octubre del
tramo entre Jumilla y Yecla, lo que ha permitido acortar las obras en
casi un año. Este trazado es de 23,4 kilómetros de longitud.
La continuación de la autovía desde Yecla
hasta Caudete (Albacete) cuenta ya con los proyectos redactados y
aprobados y saldrá a licitación el próximo año, con una inversión de 140
millones de euros. Este ramal es el único que queda pendiente para
culminar las obras de la autovía en el territorio de la Región de
Murcia.
El resto de las obras se encuentran en plena ejecución en
el enclave que une las provincias de Valencia, Alicante y Albacete. En
concreto, en el tramo de la A-33 que unirá las autovías A-31
(Albacete-Alicante), a la altura de Caudete (Albacete), y A-35
(Almansa-Játiva), al nordeste de la Fuente la Higuera, se ha puesto en
servicio la variante de Fuente la Higuera, con 5 kilómetros, del total
de 12,6 con que cuenta.
Además, se adjudicarán en breve las obras de
los 7 kilómetros de la circunvalación de Caudete, que salió a licitación
con un presupuesto de 60,95 millones de euros. Este proyecto incluye
tres enlaces: con la N-344, con Caudete y con el ramal de enlace con la
A-31, al final del recorrido.
Respuesta al Altiplano
Con el nuevo trazado de más de 23 kilómetros de
autovía se da cumplimiento a una reivindicación histórica de los vecinos
del Altiplano al hacer realidad la conexión directa mediante una vía de alta capacidad entre las localidades de Jumilla y Yecla porque ofrece una conectividad en mejores condiciones entre ambas poblaciones y va a facilitar aún más el desarrollo de una ciudad y una comarca con un enorme potencial.
Por un lado, dota a la localidad de Yecla de una conexión directa a la autovía A-33, de la que hasta ahora no disponía. Al mismo tiempo, evita que todo el tráfico que sigue la ruta interior entre la Comunidad Valenciana y Andalucía, cuyo destino no es Jumilla o Yecla, atraviese las ciudades, lo que se traduce en mayor seguridad, menor contaminación y ruido para los vecinos y, por tanto, en una mayor calidad de vida para sus habitantes.
Por un lado, dota a la localidad de Yecla de una conexión directa a la autovía A-33, de la que hasta ahora no disponía. Al mismo tiempo, evita que todo el tráfico que sigue la ruta interior entre la Comunidad Valenciana y Andalucía, cuyo destino no es Jumilla o Yecla, atraviese las ciudades, lo que se traduce en mayor seguridad, menor contaminación y ruido para los vecinos y, por tanto, en una mayor calidad de vida para sus habitantes.
Con
ello, se descongestiona el tráfico de la N-344, por la que circulan unos
5.500 vehículos diarios de los que hasta un 23 por ciento son pesados.
Además, sus usuarios se benefician de una importante disminución de la
circulación en las vías convencionales.
Hasta ahora, la conexión entre Jumilla y
Yecla se realizaba a través de vías convencionales, como la N-344, que
discurren por un trazado que presenta numerosas curvas, pendientes y
dificultades para las maniobras en los adelantamientos. A ello se suma
el elevado tráfico de vehículos pesados y camiones que realizan
numerosos transportes desde las bodegas y los viñedos productores de una
parte importante de los vinos más internacionales de la Región.
La autovía cuenta con dos calzadas de dos
carriles de 3,50 metros de ancho, separadas por una mediana de 10
metros, arcenes exteriores de 2,50 metros de ancho, arcén interior de 1
metro y berma interior de 1 metro.
También dispone de tres enlaces: el primero de ellos, con la carretera N-344, para permitir el acceso al núcleo urbano de Jumilla; y los otros dos con la carretera RM-A26, que discurre de forma paralela a la traza. Además, dispone de una conexión provisional con la carretera autonómica RM-424 de Yecla a Pinoso, mientras se construye el enlace definitivo con esa misma carretera, que se incluye en el siguiente tramo de la autovía A-33 y discurre entre Yecla y Caudete (Albacete).
También dispone de tres enlaces: el primero de ellos, con la carretera N-344, para permitir el acceso al núcleo urbano de Jumilla; y los otros dos con la carretera RM-A26, que discurre de forma paralela a la traza. Además, dispone de una conexión provisional con la carretera autonómica RM-424 de Yecla a Pinoso, mientras se construye el enlace definitivo con esa misma carretera, que se incluye en el siguiente tramo de la autovía A-33 y discurre entre Yecla y Caudete (Albacete).
Su apertura ha terminado con las malas
comunicaciones de Yecla con el resto de la Región, lo que generaba entre
los habitantes un sentimiento de desconexión y aislamiento con la
misma.
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