jueves, 28 de septiembre de 2017

El mal de Cataluña es el mismo mal de Europa y de España / Félix de la Fuente *

¿Cómo se ha podido llegar a esta situación? Que esta pregunta se la haga un simple ciudadano es comprensible. Que la prensa o los políticos la repitan contantemente es señal de incompetencia o de hipocresía, o de ambas cosas. 

¿De verdad que los políticos no sabían cuántos millones nos ha costado a los españoles las subvenciones a la prensa independentista catalana? ¿De verdad que no sabían lo que estaba ocurriendo en las escuelas de Cataluña? ¿Fue acaso una casualidad que hace ya varios años toda la prensa catalana sacara el mismo día un editorial en defensa de las tesis independentistas? 

¿No saben a caso nuestros políticos que las ayudas de Estado a las empresas están prohibidas por la UE, porque suponen una violación de la libre competencia, y que algún periódico catalán estaba y está recibiendo dineros a espuertas del gobierno catalán? ¿No sabía acaso el Rey que un grande de España estaba haciendo propaganda en contra de la unidad de España?  ¿Por qué no se atrevió a retirarle dicho título, que nos está ofendiendo a todos los españoles? ¿De verdad que no sabía ningún político que en Cataluña se estaba coaccionando a los padres si reclamaban la enseñanza de sus hijos en español o que se estaba multando a los comercios que rotulaban en este idioma?

¿De verdad que no sabían que el voto de un ciudadano de Lérida o de Gerona vale el doble o el triple que el voto del ciudadano de Barcelona? SÍ lo sabían. Lo sabía el Rey –se lo habíamos dicho por escrito, y por escrito habían sido informados la Comisión Europea y el Parlamento Europeo. ¡Llorad como cobardes lo que supisteis defender como políticos!

Todos los sabían y todos son responsables. Pero en Cataluña, lo mismo que en España y en la UE, priman los intereses de los partidos por encima de los intereses de los ciudadanos. Los catalanes no independentistas nos sentimos abandonados y vendidos por los partidos constitucionalistas. TODOS los gobiernos de España y todos los partidos han hecho la vista gorda. Los partidos políticos viven una realidad que no tiene nada que ver con la realidad de los ciudadanos. Viven UNA REALIDAD PARALELA. 

Les basta obedecer ciegamente a las órdenes del partido, y ya tienen los problemas económicos resueltos, mientras el ciudadano de a pié tiene que luchar día a día por su subsistencia. Viven en una burbuja y no se enteran o no quieren enterarse de los problemas de los ciudadanos, ya sean problemas políticos, económicos, familiares, laborales o sociales. 

El independentismo está en la misma línea que los problemas sociales y tiene la misma causa: la incompetencia y la dictadura de los partidos políticos. En la mayoría de los casos, éstos tratan de ocultar su corrupción, su incompetencia y su falta de democracia con insultos a los demás partidos, En Cataluña para tapar todo esto recurren al independentismo, y, de paso, para librarse de la justicia.

El ciudadano ha quedado excluido de la vida política tanto en Cataluña, como en España y en la Unión Europea, y así nos va. La UE ha ido fomentando o tolerando el nacionalismo de los Estados y se ha quedado sin argumentos para combatir los nacionalismos regionales. La aplicación unilateral y sesgada del principio de subsidiaridad por parte de las instituciones de la UE ha conducido al Brexit y al racismo de algunos Estados miembros.

El CIUDADANO PIDE PASO EN Cataluña, en España y en la UE. Los cambios tienen que darse en estos tres ámbitos al mismo tiempo LOS POLÍTICOS NO SON NUESTROS REPRESENTANTES, SON LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO – Los políticos son los representantes de sus respectivos partidos. Ni tienen que dar cuenta a los ciudadanos ni se interesan por nuestros problemas.

El referéndum no se celebrará. De acuerdo. Pero ¿va a mejorar la situación en Cataluña? ¿Qué seguridad tendremos los no-independentista el día después, es decir cuando se retire la Guardia civil y la Policía nacional?

¿Serán capaces de ponerse de acuerdo alguna vez la mayoría de los partidos políticos para solucionar los problemas que ellos mismos han creado? ¿No han sido ellos los que han consentido las desigualdades ante la Ley y los privilegios de algunas personas y regiones? ¿En qué va a consistir el diálogo con los independentistas? ¿En concederles más privilegios? ¿No va siendo hora de que se pregunte a todos los españoles si están conformes con la marcha actual de las autonomías y qué cosas deberían cambiar? Quizás sea ese el referéndum que queremos la mayoría de los españoles.



(*) Ex funcionario de la Comisión Europea

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