jueves, 28 de septiembre de 2017

Nicolás Mateos, condenado a seis años por la estafa inmobiliaria en Brasil


MADRID.- La Audiencia Nacional ha condenado al empresario murciano Luis Nicolás Mateos a seis años de cárcel por estafa continuada, falsificación de documento mercantil y delito contra la Hacienda pública en la construcción del complejo turístico Lagoa en Brasil, que nunca llegó a levantarse.

En la sentencia conocida hoy, la sección tercera de la sala de lo Penal también condena a los hermanos Clemente Lozano,- Segundo Francisco y Francisco-, a diez meses de prisión como cooperadores necesarios, y declara la nulidad en origen de los contratos de compraventa relativos a la promoción.

Los hechos se remontan a 2003, cuando Mateos comenzó a ofrecer 3.500 apartamentos de lujo en el complejo residencial Lagoa Do Coelho Resort, en el estado de Río Grande do Norte, en Brasil, que supuestamente debía contar con centros comerciales, un lago, un teatro e instalaciones deportivas.

Pese a no disponer ni de soporte económico ni de financiación para acometer el proyecto, comenzó la promoción sobre plano con el fin de lucrarse "de forma ilícita" de las cantidades entregadas por los compradores, que inicialmente abonaron 4.500 euros en concepto de señal.

Ahora la sala considera acreditado el "engaño", en tanto que "arrancando de la propaganda publicitaria, que es el gancho para convencer y sabedor de que no tenía infraestructura financiera, organizó unas ventas sobre plano con importantes desembolsos de los interesados".

En este sentido, destaca como circunstancia agravante la "autopromoción poderosa del proyecto", que se aprovechó de la credibilidad profesional de las publicaciones de contenido económico que se hacían "eco" de ella, y añade que los contratos suscritos con los compradores "no eran auténticos", en tanto que Nicolás "simuló el consentimiento".

Respecto al papel de éste, la sentencia apunta a que su voluntad "no fue contratar sino configurar un contrato para fines ilícitos, que alcanza la naturaleza de mercantil", pues en muchos casos "implicó el otorgamiento de avales por entidades bancarias para garantizar el cobro de los pagarés por la sociedad de Nicolás".

También se detiene en el "papel" de los hermanos Clemente Lozano, "génesis" del delito de falsificación, que supusieron un "auxilio imprescindible de la simulación", al suscribir con su firma las facturas ya preparadas.

Entre los años 2005 y 2008 una amplia nómina de compradores adquirió apartamentos en el complejo, cuyo precio oscilaban entre los 76.500 y los 130.758 euros, con el compromiso de que la primera fase de las viviendas comenzarían a entregarse en junio de 2008, y las segundas, en el primer trimestre de 2009.

Al margen de la señal, éstos podía optar entre abonar el 25% del total a la firma del contrato y otro 15% a los seis meses mediante transferencia, o bien un 15% del precio más un pagaré avalado por un banco por un importe equivalente al 25% del precio final.

Durante la vista, el letrado de Mateos defendió la solvencia del empresario como promotor inmobiliario en Murcia, para lo cual siempre contó con el respaldo de entidades como el Banco Popular, que "se habría quedado con gran parte de los fondos".

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