A Adolfo Fernández nunca lo creyeron del PP / José Antonio Martínez-Abarca

Se especula mucho ahora, dentro del PP regional, sobre si su ex diputado y ex senador Adolfo Fernández debe ser expulsado del partido, por cosas que no sólo son las que se dice públicamente sino algunas más privadas, que han llegado a los oídos tanto del secretario general del partido como de su presidente Valcárcel.

En realidad, aquí nadie se ha engañado, en ningún momento. Ni se han engañado con Fernández ni Fernández ha podido engañar a nadie. Valcárcel, cuando puso por ‘dedazo’ a Fernández en unas listas donde nadie lo quería poner, ya sabía que ponía a alguien cuyo único partido es él mismo. Lo sabía cuando a la vez siguiente lo volvió a poner, y a la otra. ¿Los motivos? Serán objeto de tratado aparte, si procede.

Dentro del PP tampoco se tragó nadie la conversión de Fernández. Ni en sus horas más enceradas y resbalosas. Por mucho que lamiera su mano por el antebrazo de todos. ‘Monseñor’, le llamaron. Pero siempre supieron que no era uno de los suyos. Que no se preocupe Fernández por defraudar ahora a los que fueron sus teóricos conmilitones: ellos no han dejado, por su parte, de saber de qué iba jamás.

Por tanto, a Fernández sólo lo pueden expulsar nominalmente, en el caso de que esto suceda, por la sencilla razón de que nunca ha entrado también más que nominalmente. Sólo hay un carné, un cartoncillo. Nunca ha habido nada más. Salvo, claro, el dinero que cobra del Estado ya de por vida gracias a los cargos desempeñados. Gracias a Valcárcel. Cría senadores más votados y te sacarán… lo que puedan.