domingo, 15 de marzo de 2009

El sastre de Camps destroza la imagen política del 'molt honorable' y lo deja sin salida en el PP

MADRID.- El sastre José Tomás García fue citado a declarar por la policía cuando alguien le sopló a la Fiscalía Anticorrupción que se estaban regalando trajes a políticos valencianos que luego pagaba Orange Market, una empresa vinculada a la trama de corrupción comandada por Francisco Correa. La policía interrogó a Tomás sobre sus clientes, tanto de Milano -tienda en la que había trabajado durante 32 años- como de Forever Young, una continuación de la primera dirigida por Eduardo Hinojosa, de la familia propietaria de la firma Cortefiel. Entre los clientes figuraba el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps. A Camps y Tomás los presentó Álvaro Pérez, El Bigotes, otro de los empresarios de la trama.

Después de declarar ante la policía, Tomás hizo lo propio ante el juez Baltasar Garzón, y un día después fue despedido de su empresa. El sastre, testigo en la causa que destapó Garzón y que afecta a altos cargos del PP valenciano y madrileño, ha concedido una entrevista a El País. Éste es su relato de los hechos.

La primera vez que Tomás tomó medidas al presidente valenciano fue en la tienda de Milano, en la calle de Serrano de Madrid. Pero los cuatro trajes que encargó Camps los confeccionaron mal y los devolvió. Después continuaron la relación cuando Tomás ya estaba en Forever Young y Camps se desplazaba a Madrid por compromisos políticos.

"Siempre que venía a Madrid, Camps se alojaba en el Ritz", rememora el sastre. "Él me llamaba por teléfono cuando salía de Valencia o desde el coche y me decía a la hora que llegaba al Ritz. A su llegada yo ya le estaba esperando en el hotel y subía a su habitación. La primera vez le tomé las medidas y las dos siguientes le mostré algunas telas o una americana que le había hecho".

Francisco Camps era un cliente exigente. "Me hizo repetir bastantes trajes. Quería los pantalones con un ceñidor detrás y hubo que buscar una trabilla que tuvieron que traer de Italia. Pero era una persona amable, buena gente. Los trajes que le hice eran de unos 800 o 900 euros los primeros. Los últimos, de 1.000 o 1.200. En total le hice unos ochos trajes, tres americanas, pantalones... Tuvimos relación durante un año y pico".

El montante de las ventas de Tomás a Camps, según la contabilidad en poder de Garzón, ascendió a 12.783 euros. Para lo que se tarifa entre empresarios, políticos y famosos, Camps no era, según su sastre, de los más derrochadores. Nada que ver con su amigo el empresario Álvaro Pérez, El Bigotes. "Álvaro presumía de ser el tío mejor vestido de España, era un cliente compulsivo", cuenta. Las dos últimas ocasiones en que Tomás vio a Camps fue en la tienda de Forever Young, en el paseo de la Castellana, 140.

"Iba a la tienda porque era más cómodo. Había probadores muy grandes y los guardaespaldas podían dejar el coche a la puerta. Lo último que le hice fueron dos trajes de tejido fino, en agosto de 2008, para el Mundial de Fórmula 1 en Valencia. Se llevó también dos pares de zapatos Crockett & Jones, de 500 y pico euros cada par, que estaban en oferta, rebajados a 200".

Pero donde el presidente valenciano puso a prueba a su sastre fue en la confección de un esmoquin para un acto oficial en Nueva York. Tomás no recuerda bien las fechas, si fue a finales de 2006 o en la primavera de 2007, pero sí recuerda que, como casi siempre, le vinieron con prisas. Se lo encargaron con pocos días de antelación y no daba tiempo a hacerlo ni Tomás tenía las medidas.

"Por consejo del cortador de la fábrica le pedí a Camps que me enviase desde Valencia un traje que le quedase bien", prosigue Tomás. "Él lo envió y el patronista tomó las medidas y lo remitió todo a Satgor, una empresa de confección radicada en Caparroso [Navarra]. En ocho o diez días le enviaron el esmoquin a Valencia. Después me enseñaron una fotografía de una revista, en la que aparecía Camps en un acto oficial en Nueva York con el esmoquin".

Mucha tinta ha derramado también el famoso "chaleco blanco" para ir al Vaticano. El sastre conviene en que se trata de un error en el auto de Garzón. El chaleco era negro, no blanco. Lo explica así: "Yo le expliqué al juez que un frac va siempre con chaleco blanco, y de ahí el error. Tres o cuatro días antes del evento en el Vaticano, Álvaro Pérez me llamó y me dijo que el protocolo de la Santa Sede exigía chaleco negro, y me encargó dos chalecos: uno para él y otro para el presidente Camps.

Álvaro ya tenía encargado un frac pero no había tiempo para cortar el de Camps, así que le envié uno de confección, de unos 300 euros, que fue el que utilizó y que luego me devolvieron. Los chalecos se hicieron a medida y se encargaron al cortador de la fábrica de Satgor, SA, en Navarra, que los envió directamente a la sede de Orange Market, en la calle Conde de Salobreña, en Valencia".

Éste era el tipo de relaciones que Tomás mantenía con Camps y los demás políticos valencianos clientes de Milano o Forever Young, entre los que se cuentan Ricardo Costa, secretario general del PP de Valencia; José Víctor Campos, ex vicepresidente de la Generalitat, o Rafael Betoret, jefe del gabinete de la Consejería de Turismo. Tomás gozaba de prestigio y vestía a gente importante.

Hasta que Garzón destapó la Operación Gürtel. Al conocerse las primeras implicaciones, empezaron las llamadas de Camps a su sastre. "El domingo 8 de febrero, antes de mi declaración ante la policía, me llamó cuatro o cinco veces. Le noté muy nervioso. Me preguntó si habría alguna factura de Milano a su nombre. Yo le tranquilicé diciéndole que los cuatro trajes que encargó a Milano se habían devuelto y eso había sido antes de los encargos a Forever Young. Fue cuando me dijo que Álvaro era un bocazas".

Tomás ratifica lo que consta en el auto de Garzón. "Sí, es cierto, mientras estaba declarando [ante la policía] tenía el móvil abierto y me llamó entre ocho y diez veces. No cogí el teléfono y no he vuelto a hablar con él. Creo que ya estaba fuera de lugar. Todavía siguió llamándome un par de días más".

El día 11 le llegó la carta de despido. Las relaciones con su empresario, Eduardo Hinojosa, se habían deteriorado en los últimos años hasta el extremo de que sólo se comunicaban por fax. Tomás había dejado Milano después de 32 años para incorporarse al proyecto de Forever Young sin cobrar indemnización alguna, pero a cambio de perder toda su antigüedad exigió un contrato blindado para mantener su empleo un mínimo de cinco años.

En la nueva empresa empezó como director de sucursales, pero la creciente tirantez con el dueño culminó en su degradación a director de la sucursal de la calle de Serrano, en Madrid, y se le prohibió el acceso a las demás tiendas. Ahora la empresa ha aprovechado la declaración ante Garzón para despedirle cuando llevaba trabajando 29 meses.

La carta de despido le acusa de elaborar "facturas falsas". Tomás explica que la práctica habitual con los clientes importantes, como Antena 3, Tele 5 o la Comunidad Valenciana, era contabilizar los productos vendidos como "vales pendientes de cobro". Cada varios meses, una persona de Orange Market, Cándido Martínez, se ponía en contacto con el responsable de facturación de Forever Young, Javier García Fernández, con el que cuadraba los vales pendientes.

Los pagos en metálico los hacía el ex dirigente del PP gallego Pablo Crespo, número dos de Correa y administrador único de Orange Market. "Venía cada seis meses aproximadamente con un fajo de billetes de 500 y pagaba 30.000 o 35.000 euros. La última o las dos últimas veces pagó Orange Market mediante transferencias bancarias".

Según Tomás, Pablo Crespo pagó a Forever Young en 2005, el primer año de sus relaciones con ellos, entre 60.000 y 70.000 euros. Después, hasta 2008, algo menos: entre 50.000 y 60.000 euros anuales. Esas cantidades incluirían los trajes no sólo de Camps y de los cargos valencianos señalados por Garzón, sino también los de Álvaro Pérez y otros miembros de la trama.

Para documentar esos pagos se emitían facturas que ahora han aparecido cargadas a Orange Market, Diseño Asimétrico o Servimadrid Integral, empresas todas de Francisco Correa. Los "conceptos falsos" que se utilizan para justificar el despido del sastre se refieren al detalle de las facturas: "metros de tela blanca", "tela para tapizar", "batista suiza", etcétera.

"Yo jamás participé en la confección de esas facturas", asegura Tomás. "El responsable era Javier García Fernández, las facturas no pasaban por mí. ¿Qué ganaba yo con poner que en vez de trajes eran telas, si el precio se pagaba lo mismo, fuera por Pablo Crespo o fuera por Orange Market? Yo sólo he dicho que Camps y los demás jamás han pagado un euro en la tienda. Yo he dicho quién pagaba, pero ni siquiera puedo afirmar que luego Pablo Crespo u Orange Market no le pasasen el cargo a Camps, a Ricardo Costa [secretario general del PP valenciano] o a los demás políticos. Eso no lo sé".

Entonces, ¿por qué las facturas de trajes enviadas a Orange decían que se trataba de "metros de tela" o "tela para tapizar"? Tomás dice no saberlo, pero fuentes de la investigación aventuran que, siendo Orange Market una empresa dedicada a montar ferias, decorados y eventos, tenía más difícil justificar, incluso fiscalmente, la compra de trajes y ropa ya confeccionada que la de telas para decorados o "ropa para personal". De ahí que, según esas fuentes, Orange pidiese a Forever Young que hiciese constar esos conceptos en las facturas.

El auto del juez Garzón mantiene también esa tesis: "La elaboración de las facturas se realiza por conceptos que la tienda de Forever Young no comercializa y por cuantías que no se corresponden con los pagos. La elaboración de las facturas responde a las necesidades que precisa la organización, y así es ésta la que, a través de Pablo Crespo, Álvaro Pérez o Cándido Martínez, da las instrucciones del contenido de las facturas".

Lo cierto es que, al día siguiente de declarar ante el juez, Tomás se quedó en la calle y tiene muy claro por qué: "El propietario, Hinojosa, conocía la situación personalmente porque al menos en una ocasión tuvo un almuerzo con la dirección de Orange Market, al que asistieron Francisco Correa, Álvaro Pérez y Pablo Crespo. Las facturas falsas que me atribuyen desde mayo de 2007, además de que nunca han pasado por mis manos, no intenta nadie aclararlas hasta que declaro ante Garzón. Despidiéndome a mí se libran de un empleado con el que la empresa tiene problemas pero es muy caro de despedir porque tengo un blindaje. E intentan desvincularse de la Operación Gürtel haciéndome a mí el único responsable".

Trajes, pantalones, chaquetas y esmoquin

- Según el auto de Garzón, entre 2006 y 2008 Francisco Camps recibió "en especie" -en trajes- 12.783 euros de la trama corrupta comandada presuntamente por el empresario Francisco Correa. De esa cantidad, 4.700 euros corresponden a trajes a medida de la tienda Milano, y otros 8.083 euros a ropa de Forever Young, ambas en Madrid.

- La lista de regalos no está detallada, pero en ella figuran al menos dos trajes, cinco pantalones, una chaqueta deportiva, una chaqueta austriaca, una americana sport, una deportiva Barbour, una chaqueta fantasía y un cinturón de piel. También un esmoquin que el presidente valenciano lució en un acto oficial en Nueva York, y un chaleco para una recepción en el Vaticano.

- El juez sostiene que todos esos regalos fueron pagados a las tiendas por las empresas de Correa a través de cheque o transferencia bancaria, salvo un pedido de 3.300 euros cuya forma de pago se desconoce.

www.elpais.com

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Me asalta una duda razonable. ¿Quién paga, y ha venido pagando, los trajes del antes director general y ahora presidente de Cajamurcia? Los impositores queremos y tenemos derecho a saber.El silencio siempre es sospechoso.

Anónimo dijo...

Camps esta mas acabaó que Machin.Lo malo es que con la cara de pasmao que tienes en tu caida te vas a llevar a unos cuantos.

Anónimo dijo...

¡Qué de-sastre de PP (espías ilegales, trasteros y paraísos fiscales, imputados chuloputas con acta de diputado, etc.,)! Pero, como dice Angel Montiel hoy en su artículo de opinión, todos ellos representan un estilo de gobernar: ¡Aquí no dimite ni Dios!, por más requeteimputados que estén...

Anónimo dijo...

En la Región de Murcia hay determinadas empresas beneficiadas desde el poder que llevan meses siendo investigadas por la UDEF y que en cualquier momento pueden saltar a la palestra.

¿No se dan cuenta de todo lo que encargan desde los ayuntamientos del PP a la empresa "Ibolele", gerenciada por el antiguo pescatero Carlos Peñalver, marido de una locutora de la SER y ambos muy amigos del diputado Ruiz Vivo?

Organiza la Gala de la Región y numerosos eventos de municipios a los que le es recomendada por el ex portavoz en plan consejero "enterao".

Pero ahora le ha salido una competidora (Zipi y Zape), una tal "Carver", muy anunciada en La 7, y también muy beneficiada de sus buenos contactos en San Esteban.

Yo creo que el esquema del PP en Madrid y Valencia no puede diferir mucho del de Murcia. Yo sugiero a los investigadores que comiencen por interrogar a Oche Cortés, director de la COPE en Murcia y yerno del conductor de la "Entrevista impertinente" en Punto Radio.

Seguro que es un buen hilo conductor para llegar a mas de un ovillo que se le pasó por alto al fiscal Fernandez Bermejo.

Anónimo dijo...

¿Puede hacer público Valcarcel el nombre de su sastre, no será el mismo que el de Camps? Sería el colmo.

Anónimo dijo...

En el caso de Ibolele y Carver lo que hay que ver es a cambio de que se llevan los contratos. Quien organiza los actos electorales durante las campañas.

Anónimo dijo...

Garzón y los “cuervos negros”

Es muy frecuente que cualquier ciudadano, por escéptico y analítico que sea, ante el tema de la justicia deje de lado cualquier actitud crítica y se mantenga en una posición de respeto incondicional. Todos, o casi todos, creemos en la justicia como una fuerza omnisciente y superior que acaba, a modo de deidad, poniéndolo todo en su sitio. En este terreno suelo mantener una postura suspicaz y, en muchos casos, de desencanto.

Porque hace tiempo que no creo que la justicia sea justa; hace tiempo que observo que lo que llamamos “justicia” no es más que otra herramienta al servicio del poder, o, por ser más exactos, de una parte del poder que intenta que lo judicial esté siempre a la zaga de sus intereses. Hace tiempo que me indigna el comprobar que los peores delincuentes, los que más daño hacen, los que más roban, los que más matan, están en la calle, y que las cárceles están llenas de pobre gente, víctimas, en muchos casos, de profundas carencias sociales, de situaciones marginales y de muchos dramas personales.

Existen artículos del Código Penal que apenas se contemplan, y otros se contemplan mal. Lo queramos o no, el Poder Legislativo –que debería ser siempre y sin excepción independiente - suele utilizarse como herramienta política al servicio de determinadas ideologías o grupos de poder. El hecho de que el actual Presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sea un juez ultra-católico y de ideología ultra-conservadora ya es un dato muy revelador que nos alerta sobre la “independencia ideológica” (...) de la justicia española que, sin duda, beneficia más a la oposición que al propio Gobierno. Me pregunto si Aznar y Cía hubieran permitido, en su legislatura, arribar, como jefe de los jueces, a un ateo radical de ideología izquierdista....

Y es “muy curioso” que sea el mismo CGPJ el organismo que “ha abierto una investigación” sobre unos ingresos de Garzón en EE.UU. (ingresos cobrados por el juez a través de nómina, y declarados a la Hacienda Pública norteamericana), tras haber sido archivada por el Tribunal Supremo una querella por cohecho presentada contra el magistrado por el abogado Antonio Panea. ¡Qué coincidencia que se esté acosando con querellas y campañas difamatorias al juez que ha estado investigando la corrupción, el cohecho y las comisiones fraudulentas en el seno del PP!.... El azar no existe, decía Einstein.

Pues así están las cosas; y, en medio de estos despropósitos, la oposición (a la sazón, el PP, la jerarquía católica, la ultra-derecha y el resto de la órbita aznarista) hace campaña de acoso y derribo contra un juez que ha hecho por la democracia española posiblemente más que muchos políticos juntos en los últimos treinta años. Pero el PP y sus mentores utilizan la calumnia, el libelo, la maledicencia y la difamación para salir indemnes de una situación corrupta y depravada que muchos califican de “mafiosa”. A modo de marketing mediático heredado del franquismo, se sirven de una propaganda feroz para esconder sus corruptelas atacando y desprestigiando al adversario. Cuando no hay argumentos, la mejor defensa –aunque la más canalla- es el ataque.

Fuera de España a Garzón se le reconoce como una figura de prestigio internacional en el campo de la judicatura, y la Comunidad Internacional le atribuye el enorme mérito de haber conseguido que se juzgue a Pinochet por sus crímenes y genocidios. Los españoles tenemos que agradecerle que se involucrara, por primera vez en la historia de nuestra democracia, en el reconocimiento a las víctimas del genocidio franquista (también boicoteado por el PP y sus voceros); y tenemos que agradecerle, igualmente, su enorme trabajo contra el terrorismo, contra la corrupción, y, en definitiva, contra grandes enemigos de los pilares democráticos.

El examen objetivo y justo de la historia de la democracia en este país le situará, estoy segura, en el lugar de honor que le corresponde; de momento, como ciudadana, sigo sin creer del todo en la justicia, solo en los jueces justos. Garzón es un juez demócrata y justo, a la vista de sus actuaciones, y eso ya es mucho.... Y recuerdo una máxima oriental que dice que “no podemos evitar que los cuervos negros vuelen sobre nuestras cabezas, pero sí podemos evitar que aniden en ellas...”. Y creo que en eso estamos todos los que defendemos el Estado de derecho, en no dejar anidar a los “cuervos negros”.

Coral Bravo es Doctora en Filología y miembro de Europa Laica

Anónimo dijo...

Que le pegunten a la Sra. del presidente Valcárcel. Ella puede hablar alto y claro de quién y cómo se confeccionan los trajes a su marido y otras relaciones sociales con antiguos consejeros hoy defenestrados por su afición a guardar dinero en trasteros. Sr. Juez y Sr. Fiscal, ella no está aforada y por tanto pueden llamarla a declarar sin problema. !Su marido se va a cagar la pata abajo y es posible que acabe por cantar la traviata!

Anónimo dijo...

Cuando empiece el baile, el matrimonio Ceaucescu va a ganar el concurso de yenka

Anónimo dijo...

Los Cruz hace meses que están siendo vigilados...por pródigos con el dinero de los contribuyentes... y otras cosas parecidas.

Se ha puesto de moda poner pisos a nombre de los hijos después de comprarlos con dinero negro de inconfesable procedencia.

Al final todos al truyo por confiados.

Anónimo dijo...

Si Ibolele y Carver facturan los gastos de campaña electoral del PP como gastos de fiestas de los ayuntamientos, ¿Que hace el despacho de abogados que forman la empresa Legal Music, encargada de TODOS los montajes de Pedro Alberto Cruz?. Por cierto,la Consejería de Cultura ha reducido las aportaciones a los festivales "consolidados" como Espirelia, La Mar de Músicas y Pecata Minuta ( que desaparece).

Anónimo dijo...

Yo sólo sé que para el discurso que dió Mariano Rajoy en Murcia en la campaña electoral, cuando en San Pedro del Pinatar reinaba el senador del P.P., se uso el telefóno para convocar a la gente y ver quién queria ir en autobús al mitín....