jueves, 9 de octubre de 2008

Los chicos de “Alter arte” pretenden alterarme, pero... / José Antonio Martínez-Abarca

Lo peor que cabe decir de estas nuevas propuestas supuestamente artísticas que, bajo el fielato de la Consejería de Kultur, Turismo y Descanso, llenan las calles de Murcia de cachivaches, muebles viejos, saltimbanquis con charanga, maquinarias oxidadas que producen pompas de jabón y otras genialidades, es que no me siento suficientemente insultado por ellas, y por tanto eso no es arte si hacemos caso de los actuales parámetros de “lo artístico”.

Estoy seguro de que si se esmeran los jóvenes artistas alguien protestará. Se supone que el arte moderno, hecho de cadáveres plastificados y robos a mano armada en forma de cuentas de restaurantes, debe de romper, debe de faltarme al respeto, porque se supone que yo soy un conservador de padre y muy señor mío, debe de insultar como digo mi sensibilidad, debe provocar indignadas cartas al director como la que me envió un lector algo estrecho hace un par de días a un medio digital (con acuse de recibo al director con la petición de que me eche: qué obsesión tiene la gente con echar a otra del pan de sus hijos) por haber recordado en un artículo que en el BOE, hace muchos años, se publicó la errata de “Conejo General del Joder Judicial”.

Pero yo veo a este arte de la “alter-ación”, a este “otro arte” demasiado burgués y acomodaticio como para que nadie pida a los culturetas del PP que echen a los de “Alter arte”. Espectáculo rompedor era aquel que propusieron (y no sé si aceptaron en primer término sin saber el contenido) a la Consejería de Kultur de unas jornadas con espectáculo pornográfico incorporado (tal vez incluso interactivo) en el Cuartel de Arte–yo–haría, perdón, Artillería.

Desgraciadamente, resulta que los responsables de lo rompedor, de lo vanguardista, de la ingeniosidad y del epatar revelaron ser como ese lector mío que digo que se ofende porque en un medio de comunicación pongamos la palabra “conejo”, por mucha errata del BOE que se trate (“a usted no le gustaría que se emplease ese término refiriéndose, por ejemplo, a su madre”, sentenciaba el respetable aunque delirante caballero).

Woody Allen escribió un libro intitulado “cómo acabar de una vez por todas con la cultura”, en cuyos apartados no incluía sin embargo, qué pena, ninguna mención a las instalaciones, vertederos y performancias que están haciendo algunos gafapastas en la Región de Murcia. Tampoco lograrían, los de “Alter arte”, alterar la inestabilidad del gran neurótico.

La verdad es que “Alter arte” no altera ni a las abuelas con niño, a quienes les encanta (ante el arrobo de las propias) ver por ahí tirados envases de yogur gigantes, porque para los niños ya se sabe, cuanto peor, mejor. ¿Esto es arte? Puede ser, pero nada comparado por ejemplo con lo de los Hermanos Calatrava, que llevan cuarenta años viviendo de la misma carcajada expectorada por un gañán manchego y todavía le sacan el pringue, que para eso sí que hay que tener arte...

www.elfarodemurcia.info

3 comentarios:

Álvaro dijo...

El yogur y la máquina de pompas no me parecen nada mal, ha elegido usted unos malos ejemplos. ¡Pues anda que no hay pseudoarte absurdo por el mundo!

Anónimo dijo...

Alter Arte, yo creo que en realidad significa el Otro Arte, el que le gusta al Conejero.

Anónimo dijo...

Este tio de arte sólo se alimenta de la polémica.