MURCIA.- La decisión de la Junta de Gobierno del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura de otorgar su Medalla de Oro a los diputados rebeldes del PP en el Congreso Arsenio Pacheco y Alberto Garre y a la parlamentaria de Unión Progeso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, por votar en contra de la admisición a trámite del proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha ha provocado un cierto malestar en el Partido Popular de la Región de Murcia, según confirmaron a "La Opinión" varios cargos de este partido que han solicitado que su nombre no aparezca en el periódico.
El hecho de que los 70.000 regantes del Tajo-Segura reconozcan la decisión de los diputados de rechazar el Estatuto de Toledo lleva implícito un rechazo a la actitud del resto de parlamentarios, incluidos los siete restantes de la Región, ya que el popular Jaime García-Legaz también ha sido apercibido de una sanción por haberse ausentado del Pleno durante la votación.
En los próximos días el Sindicato hará público el día en el que se entregarán las medallas, que en esta edición se verán envueltas en la polémica.
Según fuentes del propio partido, durante las horas previas a la votación en el Congreso, fueron los propios parlamentarios murcianos que no votaron en contra los que trataron de evitar la 'rebeldía' de sus compañeros, especialmente la de Arsenio Pacheco, que había comunicado su intención de votar en contra del Estatuto, por motivos personales.
El hecho de que los 70.000 regantes del Tajo-Segura reconozcan la decisión de los diputados de rechazar el Estatuto de Toledo lleva implícito un rechazo a la actitud del resto de parlamentarios, incluidos los siete restantes de la Región, ya que el popular Jaime García-Legaz también ha sido apercibido de una sanción por haberse ausentado del Pleno durante la votación.
En los próximos días el Sindicato hará público el día en el que se entregarán las medallas, que en esta edición se verán envueltas en la polémica.
Según fuentes del propio partido, durante las horas previas a la votación en el Congreso, fueron los propios parlamentarios murcianos que no votaron en contra los que trataron de evitar la 'rebeldía' de sus compañeros, especialmente la de Arsenio Pacheco, que había comunicado su intención de votar en contra del Estatuto, por motivos personales.
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