MADRID.- “¿Eres diseñador web? ¿Eres fotógrafo? ¿Eres locutor? ¿Eres
'freelance'? ¿Debes facturar? Evita darte de alta como autónomo y pagar
las altas cuotas. Con Factoo, facturas sin ser autónomo. Es la solución
para ser tu propio jefe. Ahorras tiempo y dinero. Factoo factura a tu cliente por ti. Te damos de alta en la Seguridad Social y cotizas por las horas trabajadas”.
Hace
meses que la promesa viene repitiéndose a todas horas, sobre todo en
anuncios de internet y radio. Se da por hecha la opción de trabajar por
cuenta propia sin pagar la cuota de rigor, un hallazgo que asombra a los 3,2 millones de autónomos
que hay en España y a todo aquel que se ha planteado alguna vez si le
merece la pena ponerse en regla para cobrar por trabajos esporádicos,según publica hoy El Confidencial.
El trato que ofrecen estas empresas es sencillo: ellos cobran tus facturas a cambio de una comisión que ronda el 5%,
además de las “gestiones en la Seguridad Social” y el IRPF mínimo (a
partir del 2%). Después, en un plazo de entre pocas horas y tres días,
ingresan el dinero en tu cuenta. En la
web de Factoo
ofrecen una simulación que lo deja todo aún más claro: facturar 1.000
euros con ellos deja 879,50 euros en el banco. Hacerlo con el régimen de
autónomos, 532,97. En la web de
Freeautonomos se anima al cliente a cobrar trabajos esporádicos "sin renunciar al paro".
¿Y cómo lo consiguen? Según un experto en derecho laboral a
quien una de estas empresas pidió asesoramiento, cuando contratas sus
servicios a través de la web “te registran automáticamente en una
cooperativa, que es la que acaba cobrando”. Después, a la hora de
facturar, te dan de alta “por las horas trabajadas” en la Seguridad Social y te pagan como trabajador del régimen general.
El
sistema está creciendo exponencialmente en toda España y ha generado
una avalancha de adhesiones. Factoo, con menos de dos años de vida,
cuenta ya con 16.000 asociados que, según fuentes de la empresa,
facturan a través de la web más de tres millones de euros todos los
meses. El fulgurante éxito de estos negocios, sin embargo, ha hecho
sonar todas las alarmas. El Ministerio de Trabajo ya está investigando sus prácticas y
mantiene inspecciones abiertas cuyos resultados se verán en los
próximos meses. Y las dudas sobre este sistema de facturación también
han empezado a inquietar en el Ministerio de Hacienda.
Avalancha de adhesiones... y críticas
Los
primeros en plantar cara públicamente a las llamadas 'cooperativas de
facturación' son las asociaciones de autónomos y las propias gestoras,
que ven con preocupación la proliferación de proyectos como
Factoo,
Freeautonomos, Freelance SCM o
Tefacturamos...
Creen que constituyen, además, una amenaza para sus propios intereses.
“Es cierto que responden a una necesidad, la de los autónomos
temporales, que no tienen un régimen que los acoja. Pero creemos que
muchas utilizan un método que roza la ilegalidad porque nosotros
sostenemos que no son cooperativas, sino un sistema para facturar sin
pagar la cuota de autónomos, como dice su propia publicidad”, expresa
Celia Ferrero, vicepresidenta ejecutiva de la
Asociación de Trabajadores Autónomos de Madrid (ATA).
Emilio Sampedro, presidente de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (
Fevecta),
opina algo parecido. Dice que las “mal llamadas cooperativas de
facturación” incumplen sus propios estatutos y “la legislación que
regula esta forma de cooperativa así como la normativa laboral y de
Seguridad Social”.
Factoo, por ejemplo, se sostiene
sobre un entramado de sociedades que técnicamente actúan como
proveedores de la cooperativa que registra a los asociados, según admite
su fundador y director general, Chema Escrivá. De esta manera, quienes utilizan sus servicios son al mismo tiempo miembros de una cooperativa
y clientes de las empresas subsidiarias que dan servicio a la misma y
con las cuales se pagan los salarios de los más de 80 trabajadores que
tiene ya la empresa en su sede, una oficina diáfana frente a la plaza de
toros de Valencia.
¿Consecuencias?
Hasta que el
Ministerio de Trabajo no cierre la inspección en curso, es difícil
saber cuáles pueden ser las consecuencias de facturar a través de estas
vías. “Se trata de cooperativas, de manera que la inspección podría
afectar a todos sus afiliados, no solo a las empresas”, comentan desde
ATA, donde subrayan que los clientes —o asociados— no disfrutan de beneficios sociales que sí tienen los autónomos, empezando por la propia cotización.
Al darse de alta solo por las horas trabajadas, pueden pasarse 10 años
ingresando 1.000 euros al mes a través de cooperativas y tener solo un
mes cotizado en la hoja de
vida laboral.
El alta con estas empresas, añaden, se tramita después del servicio,
por lo que “claramente está fuera de plazo y podría ser perfectamente
anulado por la Seguridad Social a instancias de la inspección de
Trabajo”.
Desde las empresas que ofrecen estos servicios niegan
rotundamente estar cometiendo ningún tipo de irregularidad y defienden
su modelo de negocio. “Nos acusan de bordear la legalidad. Soy abogado y
las cosas son legales o no lo son, pero no bordean la
legalidad”, protesta Escrivá, quien además de fundador de Factoo es uno
de los pioneros del método en España.
Insiste en que
antes de poner en marcha la empresa pasó meses asesorándose legalmente
para que no hubiese ninguna grieta en su sistema. “Estamos sometidos a
inspección, pero eso es bueno porque queremos que se cumpla la legalidad
al máximo. Es más, nos ponemos al servicio del Ministerio
para reformar una ley posfranquista que está totalmente encorsetada y
pensada para tiempos pasados donde los trabajos eran hiperestables”.
Los
servicios que ofrece Factoo, argumenta Escrivá, no están pensados para
“autónomos que facturan mucho”, sino para 'freelances' con trabajos
puntuales “que en España están totalmente desprotegidos”. Dice que en su
empresa han expulsado ya “a varios asociados que facturan mucho y que
lo hacen con nosotros para ahorrar la tasa de autónomos”, pero no
concreta en qué cifra sitúan el tope de ingresos anuales a partir de la
cual considera ilegítimo utilizar Factoo.
“Sobre los 18.000 o 20.000 euros al año deja de merecer la pena, porque acabarías pagando más en otros impuestos. En ese caso, les recomiendo pasarse a
Autonomoo”, dice, en referencia a otra de las opciones que ofrece su empresa, una suerte de gestoría 'online' para autónomos.