lunes, 14 de febrero de 2022

Se consolida una bolsa destacable de población española, mayor de 70 años, que no ha recibido el tercer pinchazo


MADRID.- No avanza al mismo ritmo que en otros países europeos la dosis de refuerzo entre la población adulta sana menor de 50 años y, más preocupante, se consolida una bolsa destacable, de más de medio millón de personas, que pese a superar los 70 años de edad no han recibido el tercer pinchazo.

Es lento el avance de la inmunización entre los niños de 5 a 11 años, que en las primeras ocho semanas apenas ha alcanzado al 55,6% de la población diana y que durante la última semana suma menos de 3.000 nuevos vacunados al día cuando este grupo está a las puertas de empezar a recibir la segunda dosis.  

Se nota el hastío de la ciudadanía por la pandemia, las dudas de los padres, cierto desconcierto ante algunas medidas, los mensajes contradictorios lanzados por algunos expertos y también la menor percepción de riesgo entre niños y jóvenes.

“Estamos viendo una menor adherencia a la vacunación y a las dosis de refuerzo”, admite a El País el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García.  

El grupo de los niños de 5 a 11 años está formado por 3,3 millones de menores y aunque la vacunación arrancó a buen ritmo (a más de 100.000 vacunaciones diarias), tras las vacaciones navideñas se ha ralentizado mucho. Apenas 14.000 niños fueron vacunados la semana pasada, según los datos de Sanidad.

Algunos especialistas siguen sin ver del todo clara la necesidad de vacunar a este grupo. José Miguel Cisneros, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), no lo considera muy prioritario. 

“Considero dudoso el beneficio en salud que van a obtener con la vacuna, porque van a cursar la infección de forma muy leve. Esto es algo que también vale para la dosis de refuerzo en adultos jóvenes sanos. Con ómicron, además, ya no podemos aspirar a la inmunidad de rebaño, es una quimera, y esto resta fuerza a uno de los argumentos para extender la vacunación o la tercera dosis a estos grupos”, defiende.

En esta línea, países como Alemania, Suecia y Finlandia no han universalizado la vacunación infantil en niños de 5 a 11 años y solo la administran a aquellos con factores de riesgo. 

Los datos del Ministerio de Sanidad ofrecen algunas claves preocupantes. Entre los mayores de 70 años, el seguimiento de la primera parte de la campaña fue masivo. Más del 99% de este grupo recibió las dos primeras dosis y apenas 50.000 no se vacunaron. 

Este porcentaje ha caído ahora casi ocho puntos y son más de 550.000 los mayores de 70 años que aún no tienen la dosis de refuerzo. El ritmo de los que la siguen recibiendo es además muy lento: unos 25.000 a la semana.

Estos porcentajes son algo mayores en los sexagenarios. Los que decidieron no vacunarse fueron casi 250.000 personas (el 4,5% de total), pero ahora son 530.000 más los que habiendo recibido las dos primeras dosis, no lo han hecho con la tercera. En este grupo, son unas 40.000 las personas a la semana que reciben el refuerzo.

Entre quienes tienen entre 50 y 59 años, a los casi 450.000 que no se vacunaron se suman ahora 1,9 millones de personas que aún no han recibido la tercera. En este caso, el ritmo semanal de dosis de refuerzo supera por poco las 90.000 personas.

El experto Amós García, sin embargo, reitera que en esta fase de la campaña han ganado peso otras variables como el hastío por la pandemia y las dudas generadas por ciertos mensajes y debates que han hecho mella en el ritmo de administración de terceras dosis.

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