Por Italia circula un vídeo muy revelador sobre la
fascinación que puede llegar a provocar la oferta de un “hombre fuerte”
como solución al descrédito de la política.
Un reportero de Milán pregunta a la gente que
acaba de poner su nombre en un manifiesto de la Liga si saben contra qué
acaban de firmar en el tenderete del partido de Matteo Salvini.
Todos dicen que han firmado contra el MES, pero ninguno conoce el
significado de esas siglas. Cuando el reportero insiste, quedan como
perplejos, no saben qué decir.
Algunos tienen una remota idea y la
mayoría responde que si Salvini lo pide, ellos firman contra el MES y
contra lo que haga falta, puesto que se fían del condottiero de
la Liga. Una señora dice: “Cualquier idea de Salvini me sirve, porque yo
pienso como él”. “Si así ayudo a Salvini, firmo”, manifiesta un joven.
“He firmado por la protesta contra todo”, añade otro.
El MES son las siglas en italiano del Mecanismo Europeo de
Estabilidad (MEDE, en español), fondo creado en el 2012 para facilitar
ayuda, mediante préstamos, a los países de la zona euro que se hallen en
graves dificultades financieras. En el 2012, España obtuvo 41.300
millones del MEDE para respaldar las ayudas del Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), ayudas que los bancos
afectados sólo han devuelto en parte.
Las normas del MEDE o MES están siendo objeto de revisión,
con fuerte polémica política en Italia, tercer país que más dinero
aportó al capital inicial del fondo, después de Alemania y Francia.
La nueva normativa en proyecto establece que algunas líneas
de crédito exigirán que los países beneficiados bajen rigurosamente su
déficit público al 3% y reduzcan sensiblemente la deuda pública. También
se pretende agilizar la reestructuración de la deuda de los países
afectados, asunto de alta sensibilidad en Italia, país en el que el
ahorro de muchas familias se halla invertido en bonos del Tesoro.
El tribuno Salvini ha lanzado una ofensiva contra la
reforma del MES, argumentando que Italia ha puesto mucho dinero en un
fondo al que no podría recurrir en caso de necesidad. La campaña añade
que el MES al final sólo servirá para salvar a la banca alemana, en caso
de apuro. Salvini acusa al primer ministro Conte de “alta
traición” por haber dado un sí inicial a las nuevas reglas, pasando por
alto que el jefe de la Liga formaba parte del anterior gobierno. El
jaleo es tremendo. La aprobación del nuevo MES ha quedado en suspenso en
Bruselas. La cuestión se abordará en enero.
En primer lugar, llama la atención que en España no se
discuta sobre este asunto. La unidad de España se lo come todo. La
agitación está hoy concentrada en el apocalipsis que se avecina si PSOE y
UP logran formar gobierno.
Italia está en otra longitud de onda. Un reciente estudio
sociológico (informe Censis) señala que el 48% de la población confiaría
su destino a un político con plenos poderes.
Hay que recordar que el 45% de los españoles considera que
la política es uno de los principales problemas del país y el 78%
califica de mala o muy mala la situación política.
Confianza. Trust . Esta es la cuestión, así en Milán, como en Madrid y Barcelona. Trust . Palabra que en inglés también se usa para referirse al afán monopolista.
(*) Periodista y director adjunto de La Vanguardia
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