sábado, 28 de diciembre de 2019

Los privilegios son antidemocráticos / Félix de la Fuente *

Todo lo que vaya en contra el principio constitucional de la igualdad de todos frente a la Ley o sea una excepción al mismo es antidemocrático, por mucho que se quiera envolver estas excepciones en papel de regalo de navidad. 
 
El art. 14 de la Constitución lo dice bien claro: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Que para juzgar a un europarlamentario haya que dirigir un suplicatorio al Parlamento Europeo, es no sólo una discriminación frente a los demás ciudadanos, sino que en cierta medida convierte a un organismo legislativo en órgano judicial, pues existe la posibilidad de que el Parlamento Europeo se niegue a acceder a la petición de un juzgado. 
 
Y en el caso concreto de Puigdemont vamos a asistir a todo un espectáculo, viendo cómo europarlamentarios españoles votarán en contra del Tribunal Supremo español, cuando Puigdemont llegue a ser eurodiputado y el Parlamento Europeo reciba el suplicatorio de los jueces españoles (¡parlamentarios convertidos en jueces!).

La inmunidad de los eurodiputados es innecesaria.

¿Qué nos dice el Protocolo nº 7, anexo al Tratado de funcionamiento de la Unión Europea, sobre la inmunidad parlamentaria

“Los miembros del Parlamento Europeo no podrán ser buscados, detenidos ni procesados por las opiniones o los votos por ellos emitidos en el ejercicio de sus funciones.” (art. 8)

Todo lo demás, que hace referencia a la libertad de movimiento de los europarlamentarios, no tiene relevancia alguna en este caso, dada la libertad de movimientos de las personas que existe dentro de la UE.

La inmunidad es innecesaria porque la Constitución española ya nos otorga suficientes garantías de un juicio justo. ¿Acaso un periodista, o incluso un ciudadano corriente, no tiene libertad para expresar libremente sus opiniones políticas?

La inmunidad parlamentaria es una prerrogativa de origen medieval que tenía por finalidad el que los parlamentarios pudieran expresarse y actuar con plena libertad tanto en sus intervenciones, como en sus escritos y votaciones, sin posibilidad de censura o de persecución, sobre todo por parte de los reyes despóticos.

Pero ¿realmente son libres los parlamentarios en sus intervenciones orales’ ¿SON LIBRES EN LA EMISIÓN DE SU VOTO? A ver si un parlamentario se atreve a no seguir las indicaciones del parlamentario que dirige el voto en el parlamento. No sólo no volvería a salir en la foto, sino que saldría fulminado del parlamento. La inmunidad parlamentaria no aborda en absoluto el verdadero problema. La inmunidad parlamentaria estaba justificada para que los parlamentarios defendieran los intereses de los ciudadanos, Desde que el objetivo de los diputados es mirar por los intereses del partido, la inmunidad no tiene ya ninguna razón de ser.

Resulta que la inmunidad parlamentaria no sólo no ha conseguido su objetivo principal, la libertad de expresión de los diputados, sino que ha permitido que los parlamentarios pasen de ser posibles esclavos de monarca absoluto a esclavos seguros de la dictadura del partido. Del Rey despótico hemos pasado al partido despótico

La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en respuesta a la cuestión prejudicial formulada por el Tribunal Supremo no hubiera debido dar lugar a mayores problemas jurídicos ni políticos, si los profesionales de la política no hubieran metido sus narices en el tema. 
 
No es mi intención ni despertar lo resentimientos nacionales, pues no hay motivo alguno para hacerlo o para sentirse víctima. Estamos, por un lado, ante una sentencia firme del Tribunal Supremo español y, por otro, ante la obligación de cualquier tribunal de pedir el levantamiento de la inmunidad parlamentaria al Parlamento Europeo antes de juzgar a un europarlamentario. 
 
Pero, una vez que ya ha habido sentencia firme, como en el caso de Junqueras, ya no tiene razón de ser la solicitud de dicho levantamiento

Dicho eso, si no existiera la inmunidad parlamentaria, no habría surgido problema alguno.
 
 
(*) Ex funcionario del Parlamento Europeo

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