MADRID/CARTAGENA.- La comisión que supervisa el estado de la barca fenicia Mazarrón II, construida
entre los años 610 y 580 a.C, ha aprobado su extracción del fondo
marino. La nave, de 8 metros de eslora, 2 de manga y uno de puntal, se
encuentra enterrada medio metro bajo el suelo marino frente a la playa
de la Isla (Mazarrón, Murcia), en un punto donde la profundidad del mar
es de apenas de 2,5 metros, y está cubierta por un cofre de hierro que
le fue colocado para evitar que se le aproximaran curiosos, recuerda El País.
Las primeras
inspecciones arrancan este lunes y durarán dos semanas. Una vez
concluidas, el Gobierno de Murcia recibirá un informe detallado del
estado del pecio y decidirá si se dan las condiciones para que emerja
sin daños a la superficie.
El descubrimiento de la embarcación se remonta más de tres décadas.
En 1988 un aficionado localizó la quilla y la cuaderna de una nave
similar en las proximidades y, 6 años después, un equipo de arqueólogos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de
Cartagena que examinaba la zona dio con la segunda nave, que permanecía
casi intacta desde su hundimiento y sobre la que reposaba lo que
parecía su cargamento.
Los restos de la primera barca fueron extraídos
en 1995, pero no ocurrió lo mismo con la nave Mazarrón II: en
el año 2000 se colocó una cápsula protectora como solución provisional
ante los riesgos de sacar un vestigio tan bien conservado sin un plan
previo.
Para el catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza Manuel Martín Bueno,
miembro de la comisión que ha aprobado los trabajos para la
recuperación del pecio, la colocación de este cofre de hierro fue "una
buena decisión en su momento", pero que ahora "pone en riesgo el estado
de la nave".
"La embarcación se pudo localizar por el cambio de la
dinámica litoral y los movimientos de arena que esta trajo consigo, que
la destaparon. Pero décadas después, esos movimientos continúan y el
terreno ha basculado, de tal forma que la caja de hierro ha perdido su
soporte, se ha hundido y reposa completamente sobre la nave. Su
integridad pende de que no sobrevenga un mal temporal", asegura.
La carga que portaba la nave ha permitido a los investigadores
conocer cuál era su utilidad. "Transportaba plomo litargirio, un residuo
de galena argentífera del que podía volver a extraerse plata con la que
producir joyas u otros objetos suntuarios y que hace pensar que la
barca pertenecía a algún comerciante", afirma el arqueólogo
subacuático contratado por el Gobierno murciano Carlos de Juan, que ha
redactado la propuesta de extracción de la nave siguiendo los criterios
establecidos por la comisión supervisora del estado del pecio y que
participará en los trabajos que arrancan este lunes junto a un equipo de
especialistas de la empresa gallega Archeonauta.
De Juan explica que la extracción de la embarcación, adelantada por La Verdad,
puede aportar valiosa información sobre el vínculo que establecieron
los pobladores autóctonos de la zona y las comunidades fenicias,
originarias de la costa más oriental del Mediterráneo y cuya presencia
en la península Ibérica sitúan las fuentes históricas en el siglo XI a.C
(arqueológicamente esta presencia se ha datado a partir del IX a.C).
En
concreto, el investigador considera que la convivencia en la nave de
juntas de las tablas típicamente fenicias y ligaduras con cuerdas,
autóctonas y más rudimentarias, prueban cómo la población local ya había
asumido técnicas de construcción naval fenicia. La Mazarrón II
podía desplazarse por ríos, lagunas litorales (como la que delimita la
Manga del mar Menor) e incluso llevar a cabo una navegación limitada a
mar abierto.
La comisión que se encarga de velar por el buen estado de la nave fue
creada a iniciativa del Ayuntamiento de Mazarrón en 2014 con el
objetivo de impulsar su recuperación y está compuesta por representantes
de las 3 administraciones y especialistas de diferentes universidades
españolas.
Los trabajos que ha aprobado tienen una duración de dos
semanas. Los investigadores elaborarán después un informe en el que
constatarán el riesgo que corre la nave y los posibles daños que ya ha
sufrido y será la Dirección General de Bienes Culturales de la Región de
Murcia quien tendrá la última palabra sobre la recuperación.
Comienzan los trabajos para
determinar las posibilidades de extracción
Las primeras inspecciones del pecio han comenzado hoy lunes y se prolongarán durante unas dos semanas, tras las cuales se emitirá un informe detallado de su estado, los posibles riesgos que corre y decidirá si se dan las condiciones para que se pueda reflotar sin daños, ha confirmado Radio Cartagena.
La nave, construida entre los años 610 y 580 a.C y de 8 metros de eslora se encuentra enterrada medio metro bajo el suelo marino frente a la Playa de la Isla, en Mazarrón, en un punto donde la profundidad del mar es de apenas de dos metros y medio.
El descubrimiento de la embarcación se remonta a 1988 cuando un buceador localizó los restos de la nave Mazarrón I, que fue extraida en 1995 y que actualmente se encuentra en el Museo ARQVA de Cartagena. A raíz de este primer descubrimiento, un grupo de arqueólogos encontró esta segunda nave, casi intacta.
Ante los peligros de extraer un yacimiento tan bien conservado, desde el año 2000 la embarcación está cubierta por un cofre de hierro que la protege de posibles daños. Sin embargo, esta caja ha perdido su soporte y se sitúa directamente sobre la nave, poniéndola en riesgo.
Todo parece indicar, según el alcalde Gaspar Miras, a que se procederá a su extracción del fondo marino, la cual se podría acometer en el mes de septiembre aunque será la comisión, formada por especialistas universitarios y miembros de todas las administraciones, la que decida al respecto.
Según Miras, además, en el pleno de este mes de agosto, todos los grupos municipales presentarán una moción conjunta para que este percio se sitúe en un museo dentro del municipio mazarronero.
En caso de que se proceda a la extracción, se le deberá someter a un tratamiento especial para retirarle la sal acumulada durante dos milenios y medio bajo el mar.
Comienzan los trabajos para
determinar las posibilidades de extracción
Las primeras inspecciones del pecio han comenzado hoy lunes y se prolongarán durante unas dos semanas, tras las cuales se emitirá un informe detallado de su estado, los posibles riesgos que corre y decidirá si se dan las condiciones para que se pueda reflotar sin daños, ha confirmado Radio Cartagena.
La nave, construida entre los años 610 y 580 a.C y de 8 metros de eslora se encuentra enterrada medio metro bajo el suelo marino frente a la Playa de la Isla, en Mazarrón, en un punto donde la profundidad del mar es de apenas de dos metros y medio.
El descubrimiento de la embarcación se remonta a 1988 cuando un buceador localizó los restos de la nave Mazarrón I, que fue extraida en 1995 y que actualmente se encuentra en el Museo ARQVA de Cartagena. A raíz de este primer descubrimiento, un grupo de arqueólogos encontró esta segunda nave, casi intacta.
Ante los peligros de extraer un yacimiento tan bien conservado, desde el año 2000 la embarcación está cubierta por un cofre de hierro que la protege de posibles daños. Sin embargo, esta caja ha perdido su soporte y se sitúa directamente sobre la nave, poniéndola en riesgo.
Todo parece indicar, según el alcalde Gaspar Miras, a que se procederá a su extracción del fondo marino, la cual se podría acometer en el mes de septiembre aunque será la comisión, formada por especialistas universitarios y miembros de todas las administraciones, la que decida al respecto.
Según Miras, además, en el pleno de este mes de agosto, todos los grupos municipales presentarán una moción conjunta para que este percio se sitúe en un museo dentro del municipio mazarronero.
En caso de que se proceda a la extracción, se le deberá someter a un tratamiento especial para retirarle la sal acumulada durante dos milenios y medio bajo el mar.
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