MADRID.- El crédito al consumo sigue creciendo
a doble dígito y la previsión de los analistas es que, aunque se
modere, continúe aumentando en un contexto de bajos tipos de interés en
el que la banca busca productos más rentables que las tradicionales
hipotecas.
Este segmento del crédito ha crecido al
11,2 % en tasa interanual a cierre del primer trimestre del año, aunque
ha moderado el ritmo respecto a la punta que registró en el segundo
trimestre de 2017, cuando subía más del 15 %, y contrasta con la
evolución del conjunto del crédito a las familias, que se ha mantenido
prácticamente estable.
Expertos señalan que el crecimiento
del crédito al consumo va a continuar a ritmo elevado porque los bajos
tipos de interés lo incentivan y porque los bancos necesitan centrarse
en generar rentabilidad, aunque lo hará a niveles más moderados que en
el pasado.
El Banco de España viene advirtiendo de
forma recurrente desde hace más de un año sobre la evolución de esta
variable y sobre el aumento de la morosidad (un 15 % a cierre del primer
trimestre), por lo que ha pedido a las entidades que doten provisiones y
revisen si los criterios de concesión se ajustan al perfil de riesgo
que quieren para sus carteras crediticias.
A cierre
de 2017 el crédito al consumo crecía a un ritmo del 14,5 %, pero en 2018
se moderó levemente, hasta el 11,9 % de cierre, y ahora, en el primer
trimestre de 2019 se ha situado en el 11,2 % (tasas trimestrales
anualizadas).
Estos crecimientos se producen al
tiempo que la tasa de ahorro media de las familias españolas se sitúa en
su mínimo histórico, en el 4,85 %.
No obstante, en
el último informe anual el Banco de España rebajó un punto la
advertencia, por la desaceleración en el ritmo de crecimiento observada y
porque sólo representa un 4,3 % del total de la cartera crediticia de
las entidades en España.
De hecho la encuesta sobre
préstamos bancarios correspondiente a enero-marzo de este año refleja
que por segundo trimestre consecutivo el sector endureció levemente los
criterios de concesión.
Además, la demanda de crédito
por parte de familias y empresas se redujo por primera vez desde
finales de 2016, en línea con la evolución del conjunto de la zona euro,
circunstancia que el Banco de España atribuye al empeoramiento de las
perspectivas económicas generales.
Para este
trimestre, las entidades españolas encuestadas anticipaban estabilidad
en la concesión en los dos segmentos de financiación a los hogares
(consumo y vivienda) y un aumento de las peticiones.
El portavoz de
la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano,
destaca que el crecimiento del crédito al consumo se ha moderado después
de que unos meses atrás el Banco de España mostrara cierta preocupación
no tanto por el volumen sino por el crecimiento a tasas de dos dígitos.
Para
la patronal bancaria el crecimiento se apoya en la mejoría de la
economía, que ha reanimado una demanda de crédito embalsada durante la
crisis, aunque la moderación vista en los últimos meses "corrigen la
preocupación de las autoridades".
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