Cuentan que Sánchez está entusiasmado con la política exterior,
Europa y las relaciones internacionales (se atribuye el pacto de la UE
con Mercosur). Pues si Sanchez quiere hacer carrera en la escena
internacional y jugar a ser el ‘Metternich’ español, ahora tiene una
excelente oportunidad. Que se vaya a la Comisión Europea de Alto
Representante de la UE y le de paso a Josep Borrell para la investidura
como presidente del Gobierno de España.
Un dicho italiano muy pragmático aunque poco audaz dice así: ‘soldado
que huye sirve para otra guerra’. Pues que se aplique Sánchez el cuento
si de verdad pretende que se acabe el bloqueo institucional del país,
porque nadie quiere pactar con él, y eso no es culpa de Iglesias, Casado
o Rivera, sino de Sánchez que los ha maltratado a los tres.
Pedro Sánchez no dice la verdad cuando afirma que no existe
alternativa a su investidura como presidente del Gobierno. Sí que la hay
y se llama Josep Borrell, su ministro de Exteriores con quien Albert
Rivera tendría más fácil pactar un programa y una coalición de Gobierno.
La otra alternativa sería la repetición de las elecciones generales.
Pero alternativas sí que las hay.
Naturalmente la opción de Borrell como presidente del Gobierno
llevaría a Sánchez a Europa como Comisario vicepresidente o
Representante de la Alta política exterior de la UE, lo que sería una
excelente oportunidad para Sanchez en la escena europea e internacional.
Lo que no puede decir Sanchez entre lamentos es que España necesita
un Gobierno ya, porque eso no es verdad. El que lo necesita es él y lo
tiene fácil si acepta que Iglesias y otros dirigentes de Podemos entren
en el Consejo de Ministros. Pero Sánchez, que trata a mal a sus
adversarios y no ofrece nada, se empeña en que le regalen la investidura
y no lo va a conseguir.
Ni siquiera con la amenaza de la repetición electoral Pedro Sánchez
podrá convencer a Iglesias, Casado y Rivera para que le regalen la
investidura y para que luego él siga pactando con los soberanistas
catalanes, como ya ha hecho en Navarra y lo hizo con Torra, PNV, Bildu y
ERC.
Sánchez cree que España es él y se confunde cuando reclama
estabilidad y un Gobierno inmediato por el bien de España. Porque lo
único que Sánchez pretende es permanecer en el poder y si quiere el bien
de España tiene tres opciones: meter a Iglesias en el Gobierno, repetir
las elecciones (para que todo se quede igual), o dar paso a Borrell y
marcharse él a las instituciones de la UE. Merkel y Macron lo verían muy
bien.
(*) Periodista
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