viernes, 10 de mayo de 2019

Sánchez Vizcaíno: «La vacuna oral contra la peste porcina africana estará disponible en año y medio»


LA CORUÑA.- No es una enfermedad que afecte a los humanos, pero es capaz de causar un terremoto económico en el sector porcino de los países donde hay un brote. Porque la peste porcina africana (PPA) está, como explica el catedrático de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, el murciano José Manuel Sánchez Vizcaíno, en esa lista de enfermedades  del comercio que, por contagiarse con mucha facilidad, son de declaración obligatoria. Y, por tanto, cualquier país que quiera exportar productos derivados del cerdo ha de estar libre de PPA. Ahora el equipo que dirige Sánchez Vizcaíno ha dado un paso de gigante en la lucha contra una enfermedad que ha puesto contra las cuerdas a la industria porcina de China y que, en Europa, ha llegado ya a Bélgica. Lo entrevista hoy La Voz de Galicia.

-El equipo que usted dirige tiene ya un prototipo de vacuna oral contra la PPA para aplicar en jabalíes, uno de los principales transmisores de la enfermedad. ¿Cuál es el camino que queda ahora por recorrer para poder usarla?
-Hasta ahora lo que hemos hecho son los estudios de protección. Estamos muy contentos con los resultados, pero queda aún la realización de otros estudios hasta que pueda usarse. Nos faltan los estudios de seguridad, que tienen mucha importancia, y son fundamentales en todas las vacunas porque después de la protección, lo más importante es la seguridad. Estos trabajos están basados en tres cosas. Una es ver en este tipo de vacunas, que son atenuadas, que su estabilidad genética se mantiene tras el pase varias veces en líneas celulares o también de animal a animal para comprobar que las variaciones que esta cepa tiene y que le permiten un nivel de protección sin ningún tipo de lesión son estables en el tiempo tras el paso de macrófogos y en animales. Estamos en este momento solicitando ya los permisos necesarios para hacer esta experimentación en vivo. Además de ese estudio tenemos que hacer otro. Porque como la vacuna va a ser oral para los jabalíes queremos ver que en el caso de que tomen una sobredosis, como no sabemos cuantos cebos va a tomar el jabalí, queremos asegurarnos de que aunque tome una sobredosis de vacuna pues no le va a pasar nada al animal. Ese es otro estudio en vivo que tenemos que hacer. Los estudios en vivo llevan mucho tiempo y requieren mucha tramitación de permisos. Luego el otro experimento final que también queremos hacer es el tiempo de duración de la inmunidad para ver cuántas veces tenemos que vacunar al año, una o dos. En total, el tiempo que tendremos que esperar en que caso de que todos los resultados sean positivos y todos nos quedamos tranquilos pues calculo que en el mercado puede estar en alrededor de un año y medio.

-Una vez que llegue al mercado, ¿habría que vacunar también a la cabaña doméstica o bastaría con administrar la vacuna oral en jabalíes o en fauna salvaje?
-En este momento la situación de la enfermedad depende mucho de qué continente hablemos. En el caso de la UE, el problema que tenemos es fundamentalmente motivado por la vida silvestre, por jabalíes. No tenemos problemas en la vida doméstica. Lo que pasa es que algunos focos se producen por el contacto de la vida silvestre con la vida doméstica. En la UE, gracias a Dios, lo tenemos en la vida silvestre. Hace unos años, cuando sufrimos el problema de la peste clásica se optó por la vacunación oral en jabalíes. Con eso fue suficiente para reducir la carga viral en la vida silvestre y, por tanto, evitar los contagios esporádicos en doméstico. 
En el caso de la UE esa sería una opción en el caso de que antes de que la vacuna esté disponible no hayamos acabado con la enfermedad en la vida silvestre. Eso lo tendría que aprobar la UE y sería una posibilidad para la que hemos diseñado este tipo de vacuna. Pero primero habrá que esperar a terminar el resultado, luego ver en qué estado está la enfermedad en Europa y que la UE diga cuáles son los pasos a dar. Pero el diseño de la vacuna está pensado para la vida silvestre. En cambio, en otras partes del mundo como Asia o la propia Rusia el principal problema es el doméstico.

-¿Valdría ahí la vacuna?
-Hemos hecho estudios preliminares para que comprobar que también protege en doméstico, pero ahora vamos a hacerlos probando en un mayor número de animales porque se han hecho solo en cinco. Los resultados fueron positivos, pero queremos repetirlos con un número mayor para comprobar que también pueda ser usada en animales domésticos. En principio en la UE no creo que haga falta la vacunación en doméstico en ningún caso. Pero para otros lugares del mundo pues podría ser útil.

-En este momento, el foco más cercano a España y, concretamente a Galicia, es Bélgica. ¿Qué medidas preventivas debemos tomar para evitar que la enfermedad llegue?
-Una de las vías de entrada de la enfermedad en España son los jabalíes. De hecho, la enfermedad ha ido avanzando desde los países Bálticos y ya está en Bélgica. Los belgas están tratando de contenerlo e y los franceses también. Están trabajando mucho para evitar que pase a Francia. Entonces confiemos en que puedan lograrlo nuestros compañeros galos. De todas maneras, hay que estar muy atento. Ya se está trabajando en algunas zonas del norte de España en la mejor regulación de la población de jabalíes.

-¿Hay otras vías de contagio?
- Las hay. Es bueno recordarlas. De ahí que otra medida preventiva es evitar que entren personas a las granjas de porcino con alimentos derivados del cerdo, sobre todo aquellos producidos en países que están afectados. Es muy importante que no den de comer desperdicios a ningún cerdito. Eso en España lo hacemos súper bien desde hace mucho años, pero hay que recordarlo porque a veces vienen trabajadores a las granjas procedentes de otros países afectados, como Rumanía, que pueden traer alimentos porcinos de fuera de España y no tienen que entrar esos productos en las granjas de España. Pero no hay que olvidar tampoco la reducción de la importación de lechones. Los que llegan a nuestro país vienen de zonas libres de peste, pero está el problema de los vehículos de transporte. Estos tienen que estar bien limpios.

-La industria porcina es la que está preocupada
-No es para menos. Porque no olvidemos que es una enfermedad del comercio. Como cuarto país exportador del mundo, nos haría mucho daño. No por una cuestión de salud pública, lo haría por una cuestión de sanidad animal y de comercio internacional.

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