El PSOE de Diego Conesa venció ayer por un puñado de votos al al PP de
López Miras en un emocionante escrutinio que no se resolvió hasta bien
entrada la madrugada. Apenas unos centenares de papeletas más fueron
suficientes para que los socialistas lograsen una victoria histórica
puesto que rompe una racha de 24 años consecutivos de triunfos
populares. Con sus 17 escaños, uno más que el PP, Conesa podría gobernar
con mayoría absoluta si forma un Ejecutivo de coalición con Ciudadanos.
Solo en el caso de que no hubiera acuerdo PSOE-Cs, el PP tendría
opciones de gobernar en coalición con Ciudadanos y Vox, lo que parece
muy poco probable, o bien en minoría con el apoyo naranja y la
abstención de los de Abascal, lo que no es descartable porque en última
instancia dependerá de la estrategia nacional que fije Albert Rivera.
Ciudadanos, pese a sus discretos resultados (gana dos escaños pero
pierde representación en Murcia, Molina y Cartagena), es la llave del
gobierno, como señalaban las encuestas.
Pese a la incertidumbre, Diego
Conesa tenía todo a su favor para liderar la formación del gobierno
regional. Los socialistas obtuvieron resultados más positivos de los
esperados en Murcia y Lorca (naufragaron en Cartagena) y se vieron
beneficiados por el desplome de Podemos, que pierde cuatro escaños y se
queda solo en dos. Óscar Urrabulburu, el gran triunfador de los debates,
cosechó un colosal fracaso en las urnas.
Su obsesión por expulsar al PP
del poder triunfó, pero el principal beneficiado fue el PSOE, que tuvo
en Urralburu un aliado en lugar de un competidor por los votos de la
izquierda.
Fernando López Miras rozó la victoria con los dedos, pero hoy
personifica el fracaso de un PP que va a pasar a la oposición si no se
producen sorpresas en las próximas semanas. La única alegría para los
populares fue la victoria en el municipio de Murcia de José Ballesta,
que sale revalorizado como referente del PP regional.
(*) Periodista y director de La Verdad
No hay comentarios:
Publicar un comentario