MADRID.- El coordinador de Vox en Cartagena, Luis Armada Dorda, utilizaba un sistema opaco para recaudar fondos de las personas afiliadas a la formación hacia una cuenta personal mediante un sistema de prepago fuera de los controles de la fiscalización del Tribunal de Cuentas, según revela hoy en exclusiva La Marea.
La
recepción de donaciones en una cuenta bancaria distinta a la
específicamente abierta por el partido para ese fin es una infracción de
la Ley Orgánica de Financiación de Partidos (LOFP), que en su artículo
4.2.b especifica que las donaciones solo podrán realizarse en cuentas específicas para dicho fin.
Esta actuación irregular de Vox sería sancionable por el Tribunal de
Cuentas como una infracción muy grave según consta en el artículo 17.2 a
de la LOFP.
Luis Armada, con el conocimiento del secretario de Vox en Murcia,
Francisco Carrera, y de Pascual Salvador, presidente de Vox en la misma
comunidad autónoma, creó una cuenta personal a la que llamaron “la hucha”
en la que pedían aportaciones al margen de la cuota de afiliación de
partidos.
La cuota oficial que cada miembro de Vox tiene que pagar
asciende a nueve euros y van directamente a las cuentas del partido en
Madrid. Posteriormente, desde la capital se derivan cinco de esos euros a
las cuentas de Vox en Murcia.
Como no existen fondos destinados específicos para Cartagena se creó
un método para recaudar dinero de los afiliados. Luis Armada entregaba
en persona a los afiliados unos papeles en los que aparecía un número de
cuenta diferente al número de cuenta oficial de Vox en el que recogen
las donaciones.
En el concepto de la cuenta prepago se especificaba un
número de teléfono, el móvil personal de Luis Armada Dorda. La cuenta,
además, pertenece a Luis Armada, según ha confirmado el propio
coordinador en conversación telefónica.
Preguntado por La Marea, el catedrático de Derecho Penal de
la Universidad Complutense de Madrid y experto en financiación de
partidos Manuel Maroto Calatayud confirma la irregularidad legal de esta
práctica: “Las donaciones a partidos políticos deben abonarse en
cuentas corrientes abiertas exclusivamente para dicho fin. Los partidos
tienen que informar tanto a entidades bancarias como al Tribunal de
Cuentas sobre cuáles son esas cuentas, y anualmente sobre las donaciones
en ellas recibidas (artículo 4.2.b de la Ley Orgánica de Financiación
de Partidos). Si ‘por error’ las donaciones se ingresaran en una cuenta
distinta, la ley (art.4.2.c) obliga a traspasar el dinero a la cuenta
correcta informando de ello al Tribunal de Cuentas en el plazo de tres
meses”.
Desde Vox Nacional se han negado a contestar a las preguntas de este
medio y a aclarar si, tras tener conocimiento de esta práctica irregular
y transferir el dinero a la cuenta oficial del partido, se informó en
el plazo de tres meses, tal y como dicta la ley, al Tribunal de Cuentas.
Las irregularidades del partido liderado por Santiago Abascal en Cartagena no acaban ahí. Luis Armada cedió
a una militante los datos personales de todos los afiliados para que
pudiera hacer una campaña activa de recaudación de fondos.
Varios miembros de la formación, descontentos con esta manera de
proceder, se dirigieron a Luis Armada para pedirle explicaciones, que
convocara una reunión y que enseñara las cuentas del partido.
Pero Luis
Armada no accedió a ninguna de estas peticiones con el conocimiento y
apoyo de Pascual Salvador Hernández, coordinador de Vox en Murcia, a
pesar de asegurar en una conversación a uno de los peticionarios que si
lograba cinco firmas le enseñaría las cuentas. Cosa que sucedió sin que
finalmente cumpliera con su palabra.
Los miembros disconformes elevaron la protesta a Vox nacional en
julio en 2018 y enviaron varios correos electrónicos a la presidenta de
Vox en Madrid, Rocío Monasterio, para informarle de la situación
irregular que se vivía en Cartagena y preguntar al partido si había
autorizado esta manera de proceder y, en caso contrario, solicitar que
se actuara ante las irregularidades manifiestas.
Monasterio pidió a los miembros díscolos una serie de documentación
y, tras serle enviada, aseguró que lo estudiaría para proceder. No
consta que volviera a contestarles ni que actuara en modo alguno
respecto a los miembros de Vox en Cartagena y Murcia, pese a tener
conocimiento del uso del partido para desviar fondos a cuentas ajenas a la organización. Desde La Marea
se ha puesto en contacto varias veces con Rocío Monasterio para
preguntarle al respecto, pero como es habitual en la formación de
extrema derecha se han negado a responder a este medio.
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