Hay una naturaleza en la Naturaleza que
contradice la refutación de Pascal, y de mil Pascales, del horror de la
Naturaleza al vacío. Esa naturaleza es la naturaleza humana, que
aborrece el vacío. Es un dogma en todas las artes.
La famosa página en
negro a la muerte de Yorick en la novela de Laurence Sterne, Tristram Shandy
es una de las muchas genialidades del texto. Y una excentricidad de
gran audacia. Piénsese en los medios, todos con pánico al vacío. Una
pantalla de TV fundida en negro. Una radio muda. Son las artes, son los
medios ¿y no había de serlo la política, que es arte y medio al mismo
tiempo?
La
decisión abstencionista de la CUP ha dejado un hueco, un vacío. Sus
votantes, forzados a abstenerse, al voto nulo o a otro partido. Horas ha
tardado el vacío en empezar a colmarse. Poble Lliure (que también
participa en el Consell) apunta a una candidatura "rupturista" el
28-A.
No ando muy cierto qué quiera decir "rupturista". Suena a ruptura
de la ruptura, y algo complicado. Pero, sea o no rupturista, antes de
nada, es. Se ha llenado el vacío. Esto será más o menos posible por razones logísticas, pero es un colmado de vacío político.
Si
la candidatura se consolida, muchas cosas van a moverse en el ámbito
indepe y en el cupaire en concreto. Y con consecuencias imprevisibles.
Lo anuncia, en tono agrio, la CUP, que avisa a Poble Lliure de que sus relaciones "se verán afectadas".
Solo cuando el asunto tiene mucho fondo se sueltan semejantes
perogrulladas y, encima, en tono amenazante. Don Perogrullo amenazador.
Dense de antemano las relaciones por "afectadas", ¿y qué? ¿Habrá condena
pública, anatema, controversia sobre quién representa verdaderamente el
espíritu de la CUP?
Puede
ser y es bastante indiferente. Más merece la pena especular con las
reacciones de electores y elegibles al hecho de que una candidatura haya
colmado un vacío. Bastaba con pasearse por tuiter: abstencionistas a la
fuerza. Trasvases de votos a la desesperada. Una efervescencia que se
intensificará con la nueva candidatura, que abrirá opciones.
La
imagen del abrazo de Artur Mas y David Fernández con motivo del 9-N de
2014 tiene mucha fuerza simbólica. Y continúa teniéndola, aunque sus
protagonistas hayan sido maltratados posteriormente y de muy diferente
modo por las peripecias humanas. Es el símbolo de la transversalidad de
la revolución catalana, su diadema republicana (si tal cosa existe) en
la que es impensable que falte alguna pieza.
Si
se permite una debilidad personal, a Palinuro le gustaría ver a David
Fernández y Antonio Baños de diputados en Madrid, y una candidatura
"rupturista" bien podría incorporarlos. Una presencia de "antisistemas"
en el Congreso español permitiría aclarar esa acusación de la izquierda
española a la independentista catalana de estar embelleciendo a la
corrupta burguesía propia por la muy innoble razón de que es la propia.
Poble
Lliure enarbola un programa indepe radical y formula una crítica feroz a
los que considera "partidos reformistas" catalanes. Justamente esa es
la mejor garantía de que se vigilará la unidad de acción del bloque
independentista, cuya fuerza viene dada porque eexpresa todo el arco
político y social catalán. Sin exclusiones. El programa máximo
equilibrará posibles tendencias a conformarse con el programa mínimo.
Frente
a la CUP, Poble Lliure dispone de un argumento clásico, dictado por la
experiencia de siglos: para censurar, hay que implicarse. No es un
tropo, sino la enésima versión de la dualidad de la trinchera y la torre
de marfil.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
No hay comentarios:
Publicar un comentario