MADRID.- El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes un real decreto por
el que se regula la pesquería de atún rojo en el Atlántico oriental y
Mediterráneo.
En concreto, esta norma incorpora al ordenamiento
jurídico español las disposiciones del plan de gestión de la pesquería,
aprobadas en Dubrovnik en 2018, por la Comisión Internacional para la
Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).
El nuevo marco
regulatorio español, derivado del marco internacional, mantiene un
elevado nivel de exigencia en materia de gestión y control, lo que
garantizará la sostenibilidad del recurso después de que ICCAT diese por
concluido el plan de recuperación, iniciado en 2006, para adoptar un
plan de gestión cinco años antes de su objetivo previsto, lo que
significa un rotundo éxito en la ordenación de esta pesquería.
De
esta forma se consolida y mejora el acceso al recurso para las flotas
que, durante estos años, se han visto afectadas o excluidas en la
pesquería por las estrictas exigencias sobre límites de capacidad, que
restringieron especialmente el número de buques artesanales del
Mediterráneo y Canarias con autorización para realizar captura dirigida.
En
la reunión anual de ICCAT también se refrendó el Total Admisible de
Capturas (TAC) fijado para el trienio 2018-2020, correspondiendo 28.200
toneladas para 2018; 32.240 toneladas para 2019 y 36.000 toneladas para
2020, lo que para España supone llegar a más de 6.000 toneladas.
Con
el aumento del TAC se puede atender las necesidades de las flotas
afectadas por las restricciones, al mismo tiempo que el grueso de la
cuota se asigna a las flotas autorizadas a la captura dirigida desde
2008, año en el que comenzaron las mayores exigencias de limitación de
capacidad.
En base a los criterios de historicidad, empleo y
dependencia de la pesquería recogidos en la Ley de Pesca Marítima del
Estado se asignan, en forma de posibilidades de pesca trasmisibles, el
87,15% de las posibilidades de pesca de España a las almadrabas y los
buques de cebo vivo del Cantábrico, palangre de superficie del
Mediterráneo, línea de mano del Estrecho, y cerco en el Mediterráneo.
Otra parte de la cuota se asigna a las flotas artesanales del
Mediterráneo, Estrecho y Canarias, además de habilitar un pequeño
porcentaje de captura accesoria para el palangre y la costera del
bonito.
Mediante el nuevo Real Decreto se simplifica la normativa
de gestión, se mantienen los mecanismos de control para consolidar la
buena situación de esta pesquería, se establece un reparto equilibrado, y
se reconoce los esfuerzos realizados por todas las flotas junto con las
administraciones para la plena recuperación de esta especie.
La
situación biológica de la población de atún rojo hizo necesario en 2006
adoptar un plan de recuperación que ha sido modificado en varias
ocasiones, y entre cuyas medidas destacan la obligación de que cada
Estado miembro elabore un plan de pesca anual para las almadrabas y los
buques que capturen atún rojo, asignación y adecuación de las
posibilidades de pesca a la capacidad existente, restricciones en las
épocas autorizadas de pesca, tallas mínimas, puertos autorizados y otras
medidas de control.
La recuperación de esta especie ha supuesto
además un espaldarazo a la correcta gestión de las organizaciones
regionales de pesca, en este caso ICCAT, que ha conseguido recuperar el
recurso gracias a un ejercicio conjunto de responsabilidad en la gestión
de la pesquería en el que España ha sido líder en cumplimiento y
vigilancia.
Entre las mejoras del nuevo plan de gestión, se
destaca la flexibilización de las temporadas de captura, y la
eliminación de las restricciones a la inclusión de buques artesanales en
los planes anuales de pesca.
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