La líder de Ciudadanos Inés Arrimadas dispuso este domingo por la noche de una hora en TV3, en horario de prime time, en su condición de jefe de la oposición en el Parlament de Catalunya. La entrevista que le hizo el director de la cadena, Vicent Sanchis,
fue, en la práctica, una entrevista imposible ya que la política
naranja la planteó más como un debate o un duelo con su antagonista que
como una oportunidad para presentar propuestas. También aburrida.
Su discurso fue pobre, repetitivo, conocido y demasiado previsible.
Dirigido, sobre todo, a los suyos y cerrándose las puertas a intentar
convencer a posibles votantes. Su esperado y anunciado ataque a TV3
llegó en la segunda parte del programa. Tampoco nada nuevo, más allá de
ejercer sobre la cadena pública de televisión la consabida crítica.
Arrimadas utilizó una estrategia convencional de Ciudadanos durante su
intervención: el uso continuado de frases gruesas para hacer más
verosímil su discurso —"el independentismo ha cometido centenares de
actos violentos", "hay una gran ruptura social en Catalunya", "se han ido centenares, miles, de empresas de Catalunya"—. Y una impagable: "No vale todo para ganar elecciones".
A falta de propuestas concretas de calado y de misiles al president Torra, fue la parte final de la entrevista la más jugosa. Y la que traía más preparada. TV3
es una maquinaria independentista, se dicen muchas mentiras y se
informa fuera de la realidad. Eso repetido una y otra vez y tratando de
convencer a los espectadores de que la gran mentira es denominar
exiliados a los miembros del Govern hoy fuera de su país y de los que la justicia de otros Estados ha negado la extradición. ¿Exiliados? Para ella, no. El IEC
define un exiliado de la siguiente manera: "Quien vive fuera de su
patria voluntariamente o por fuerza". Parece evidente que exiliados
sí lo son.
TV3 se ha convertido en la bestia negra de Ciudadanos y eso que sus programas de debate están repletos de opinadores afines a la formación naranja, militantes o incluso dirigentes. El pasado 7 de septiembre, en el programa Els matins, Albert
Rivera arremetió contra la cadena pública catalana, a la que tildó de
"aparato de propaganda separatista" y de mentirosa, y acusó de
"manipular cada día".
Más recientemente ha sido la propia Arrimadas la
que ha lanzado sus dardos contra el programa Polònia que dirige el periodista Toni Soler y ha dicho de él que humilla a los castellanohablantes.
En resumen, un discurso pobre y un duelo Arrimadas-Sanchis para olvidar si no fuera por el desprecio que demostró la líder de Ciudadanos a la televisión pública de Catalunya.
(*) Periodista y ex director de La Vanguardia
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