miércoles, 31 de octubre de 2018

En busca del Arca perdida en Toledo / Guillermo Herrera *

La legendaria ciudad de Toledo, centro espiritual de España, oculta en las entrañas de su Cueva de Hércules, entre otros muchos secretos, y posiblemente debajo de la propia Catedral, el objeto sobrenatural más poderoso, codiciado y temido en la historia de la humanidad: el Arca de la Alianza original que estuvo en el templo de Salomón, y que fue escondida en Tarsis por el propio Salomón, para protegerla de la invasión de Nabucodonosor.

Desde que Nabucodonosor II, Rey de Babilonia, invadió Jerusalén, destruyendo el templo y saqueando todos los objetos valiosos del mismo, el Arca fue llevada y colocada en un lugar seguro y secreto antes de la invasión y posterior deportación de los judíos. Parece ser que este lugar no es otro que la cueva que construyó Salomón en Toledo.

Unos dicen que es un condensador eléctrico, otros que un intercomunicador, otros que es una copia del arca de Osiris, otros que sus medidas coinciden con el sarcófago vacío de la Gran Pirámide de Gizeh, donde dicen que estuvo, pero yo creo que es mucho más que todo eso: es un ser inteligente capaz de defenderse a sí mismo y de abrir portales a dimensiones superiores.

Los personajes más importantes de la historia, incluido el propio Heinrich Himmler, trataron buscar esta reliquia sagrada para manipular su poder, pero todos ellos fracasaron, porque está protegida por ángeles, y si la hubieran hallado, les hubiera costado la vida, porque el Arca no se deja manipular por nadie. Y además tengo el convencimiento de que está invisible en otra dimensión hasta que llegue su hora.

¿DOS RÉPLICAS?

El arqueólogo bíblico estadounidense Ron Wyatt (1.933-1.999) aseguró haber encontrado una réplica del Arca de la Alianza en la cueva de Jeremías, que está debajo del Calvario, en lo que se denomina el Jardín de la Tumba, en el Monte de la Calavera de Jerusalén, pero el Gobierno israelí selló su entrada con cemento, porque la consideró demasiado peligrosa, después de morir varios militares que se internaron en la cueva a causa de una radiación extraña.

Jeremías predijo el tiempo en que el Arca del Pacto ya no existiría, pero indicó que no se la echaría de menos y que no perjudicaría a los adoradores de Dios el no tenerla. En cambio, ‘llamarían a Jerusalén el trono de Yahveh’. (Jer 3:16, 17.).

Por su parte, el periodista británico Graham Hanckok dijo que encontró otra réplica en Etiopía, en una capilla de la iglesia de Santa María de Sión, donde sus guardianes mueren prematuramente a causa de la radiación que emite esta reliquia que nadie puede ver. Esta teoría se basa en relatos pertenecientes a la iglesia cristiana Copta en Etiopía, que indican que el Arca de la Alianza habría sido trasladada secretamente hacía más de mil años. (650 a. C.).

DESCRIPCIÓN

El Arca del Pacto o Alianza era un icono donde la presencia de Dios mismo residía. Los antiguos hebreos le tenían tal reverencia al arca que su morada era el lugar Santísimo del tabernáculo de Dios, a donde nadie podía entrar sino el Sumo Sacerdote una vez al año portando incienso, sangre de cordero sobre sí y sobre todo estando libre de pecado, para no perecer a causa de la Presencia de Dios.

Pero el Arca no era un amuleto mágico, ya que su sola presencia no garantizaba el éxito; más bien, las bendiciones de Yahveh dependían de la condición espiritual y de la obediencia fiel de los que la poseían. Por esta razón, los israelitas, acaudillados por Josué, sufrieron una derrota en Hai debido a su infidelidad, a pesar de que el arca estaba en el campamento.

El cofre del Arca medía 111 cm. × 67 cm. × 67 cm. y estaba hecho de madera de acacia, revestido de oro puro tanto por dentro como por fuera. Coronaba el arca un artístico “borde de oro” en forma de guirnalda “sobre ella [...] en derredor”. La segunda parte del arca, su cubierta, estaba hecha de oro macizo, no meramente de madera revestida, y tenía la misma longitud y anchura que el cofre. Sobre esta cubierta había montados dos querubines de oro de labor a martillo, uno a cada extremo de la cubierta, con sus rostros vueltos el uno hacia el otro, las cabezas inclinadas, y las alas extendidas hacia arriba, “cubriendo la cubierta protectoramente”. A esta cubierta también se la conocía como “el propiciatorio” o “cubierta propiciatoria”.

Para transportar el arca, se suministraron largos varales, hechos también de madera de acacia revestida de oro e insertados a través de dos pares de anillos de oro a ambos lados del cofre. Como estos varales no se debían quitar de sus anillos, nunca había necesidad de que los portadores del arca la tocaran. En las esquinas había cuatro “patas para caminar, patas flexionadas como para caminar”, para que no se apoyase directamente en el suelo, aunque no se sabe qué altura tenían. Parece que los anillos estaban montados justo por encima de las patas, o quizás sobre las mismas.

MISIÓN TRASCENDENTAL

Pero el Arca no se puede sacar en cualquier momento ni por cualquier persona de la Cueva de Hércules, que en realidad es la Cueva de Salomón, sino en el momento divino correcto, que es ahora, y por la persona destinada por las profecías que parece ser el investigador hispano-alemán Alberto Canosa, Licenciado en Derecho y residente en Westfalia del Norte (Alemania), a quien se puede calificar del verdadero “Indiana Jones”.

Además, el señor Canosa tiene una gran cantidad de documentos oficiales que le acreditan como el auténtico descubridor de la Cueva de Hércules, pero las autoridades han puesto todo tipo de obstáculos judiciales para reconocerle su derecho, hasta que ha llegado el momento de sacarla por las bravas para que cumpla con su misión, que es eliminar el mal de la Tierra.

Dicho proceso de revelación comenzará el próximo día 26 de enero de 2.019, cuando su equipo internacional llegue a Toledo y rescate a personas vivas en estado de letargo supuestamente encapsuladas en rocas desde antes del diluvio universal. Este descubrimiento provocará en la gente una disonancia cognitiva que le obligará a hacerse muchas preguntas y a cuestionar su sistema oficial de creencias.

En psicología, el término disonancia cognitiva (o disonancia cognoscitiva) hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones (cogniciones) que percibe una persona que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Es decir, el término se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas, todo lo cual puede impactar sobre sus actitudes. 

La misión trascendental que cumplirá ahora el Arca de la Alianza, para la cual fue destinada, será elevar la frecuencia espiritual del planeta y limpiarlo de la corrupción. Por eso yo la calificaría de purgante natural y de depurador de energías negativas. Mientras ha estado escondida durante milenios, ha actuado como un protector sobrenatural de España que llevó a nuestro país a convertirse en el imperio más poderoso del mundo, pero ahora va a liberar a todo el planeta.

MIEDO DE LOS MALOS

Es por ello que las élites corruptas, podridas de dinero, le temen a este objeto como a una vara verde, porque saben perfectamente cuál es su destino, y casi ninguno se ha arrepentido ni ha pedido perdón a su Creador por el mal que ha infringido a la humanidad, a sus propios hermanos. Yo no deseo el mal de nadie sino el bien de todo el mundo, no sólo de unos pocos, pero soy consciente de que los hermanos oscuros más tercos no desean su propio bien porque están cegados por su orgullo.

Son almas condenadas por sus actos si no se arrepienten a tiempo, como en la parábola del hijo pródigo. Cada uno es hijo de sus obras, cosecha lo que siembra, y eso se llama la ley del karma. Si uno siembra el mal es imposible cosechar el bien, a menos que pida perdón, porque la misericordia del Padre es infinita.

Hasta el famoso Yogui hindú Parvati Kumar, maestro sucesor de la filósofa rusa Helena Petrovna Blavatsky, que fundó la Sociedad Teosófica en 1.875, visita Toledo todos los años, convencido de que esta ciudad esconde pasadizos ocultos hacia la Tierra interna, y que está conectada con la mítica ciudad etérea de Shambala que antes estaba sobre el desierto de Gobi, y ahora parece haberse trasladado al valle de Elki en Chile, coincidiendo con el cambio de era y de lugar de la energía kundalini de la Madre Tierra.



(*) Periodista

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