lunes, 17 de septiembre de 2018

Una reforma express “sui generis” de la Constitución / José Oneto *

El Presidente del Gobierno cuando nadie se lo esperaba y tras su  peor semana desde que accedió a la Moncloa hace poco más de cien días, ha propuesto este Lunes,  en una intervención  perfectamente preparada por sus asesores, una reforma express de la Constitución para eliminar cierto tipo de aforamiento. La propuesta será estudiada este mismo viernes en  Consejo de Ministros para que esté lista en el plazo de sesenta días y para que salga adelante necesita el apoyo del Partido Popular.

Arropado por representantes de la sociedad civil, del mundo de la cultura y por los principales responsables del Ibex 35 y empresarios del país, en un acto puramente mediático, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha intentado  con el anuncio de esta medida recuperar la iniciativa política que la ha tenido desde que inició su mandato, hace poco más de cien días, con la moción de censura que supuso la caída del ex presidente Rajoy y su llegada a la Moncloa.

La perdió la semana pasada, tras la polémica sobre su tesis doctoral- a la que algunos siguen acusando de plagio, aunque no hay pruebas contundentes del mismo, pero sí de su mediocridad- y la ha intentado recuperar este lunes (ver en republica.com “Este lunes, tras su peor semana, Sánchez intenta tomar la iniciativa”) con el acto mediático de hoy, a pesar de sus escasos 84 diputados y unos apoyos parlamentarios muy puntuales y complicados, pero con una oposición que todavía no se ha recuperado de esa censura y del cambio producido al frente de la presidencia del Gobierno.

Horas antes del acto presidencial celebrado en la Casa de América, en una entrevista en la Sexta, en el programa “El Objetivo” que presenta y dirige Ana Pastor, el presidente que apareció tenso y, en algunos momentos, contradictorio, iniciaba esa ofensiva política, anunciando que no se querellaría contra los que atentan contra su honorabilidad insistiendo en el plagio de su tesis y que además se niegan a rectificar; que no comparecería en el Parlamento para explicar detalles de esa tesis; que no convocaría elecciones porque la mayoría de los partidos representados en la Cámara no las quieren y abrió todo un futuro debate sobre las “Faces neas” en nuestro país. De su intervención puede deducirse que aunque no se querelle contra periodista y medios que siguen insistiendo en el plagio de su tesis doctoral, si acudirá a la figura de demanda de defensa del honor…

Horas después, y tras anunciar la Moncloa a bombo y platillo, desde poco antes de las seis de la mañana que se iba a hacer pública, a partir de las doce de la mañana, una noticia importante, se anunciaba esa noticia  que afecta a la Reforma de la Constitución, un tema pendiente desde hace años. Pero se trata de una reforma parcial, tan parcial que sólo afecta a los aforamientos y tan  parcial que no afectara a los políticos en el ejercicio de su cargo, es decir, incluso a los que hayan sido encausados por temas de corrupción si esas decisiones se han tomado en el ejercicio de su cargo. Es decir una reforma “sui generis”…

El aforamiento supone la alteración de las reglas de competencia judicial penal en “beneficio” de determinadas personas, que no pueden ser investigadas en los Juzgados de Instrucción correspondientes y si ante Tribunales Superiores. En España, al margen de lo que pueda afectar a las fuerzas de orden público, los aforamientos afectan a más de 18.000 personas, algo tan desproporcionado que no existe en ningún otro país del mundo.

Para esa reforma que tienen que votar los dos tercios de la Cámara, Sánchez tendría que contar con el apoyo del Partido Popular, cuyo presidente Pablo Casado, por ser aforado, está pendiente de una decisión del Supremo sobre su Máster. 

Igualmente esos cambios en los aforamientos, teóricamente afectarían también a los políticos presos en Cataluña ya que, todos estaban igualmente aforados, en el momento del “procés”, con lo que no serian juzgados por el Tribunal Supremo, sino por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Toda una jugada que no saldrá pero que supone un golpe de imagen: Lo hemos intentado pero nos lo han impedido. Sin tener en cuenta que la reforma de la Constitución tiene que ser mucho más profunda que eso, aunque eso sea muy popular…

Por lo demás, parecidas promesas y objetivos conocidos ya sobre desempleo, transición ecológica, igualdad de oportunidades de género, cambio climático…Todo, ha repetido, para una España de 2030.


(*) Periodista y economista


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