MADRID.- La Guardia Civil ha entrado esta semana en la sede de Comapa, el mayor distribuidor de ibéricos de España y proveedor estrella de Carrefour, para realizar una inspección sorpresa por el caso de los jamones podridos, según ha podido saber en exclusiva Economía Digital por fuentes cercanas a la investigación.
La operación, ejecutada este miércoles por la tarde, ha sido ordenada
por el juzgado de instrucción nº 3 de Alcira (Valencia) que
investiga a Comapa por su participación en una presunta trama de empresas que venden jamones podridos y en mal estado.
El juzgado investiga el caso tras la incautación de 100.000 kilos de productos cárnicos en mal estado, en varias naves de la comunidad valenciana y las la emisión de una alerta sanitaria por delitos contra la salud pública.
Unas 30 empresas están siendo investigadas
por los juzgados de Alcira y Badajoz. Las fiscalías de Salamanca y
Granada también han recibido documentación que podría comprometer a los
empresarios implicados.
Los agentes de paisano obligaron a los trabajadores de Comapa la suspensión de la jornada laboral
y el desalojo de la sede principal de la empresa durante las
inspecciones sorpresa. Sólo los altos representantes de la empresa
estuvieron presentes en la sede central de la compañía, ubicada en
Alcobendas, según fuentes policiales.
Los equipos de la Guardia Civil se incautaron de ordenadores y equipos informáticos que será estudiados por si ha habido modificaciones y alteraciones en los albaranes y facturas de la empresa.
Nuevas inspecciones
Comapa, primer proveedor de embutidos low-cost de España,
ha explicado a este medio que la inspección de la Guardia Civil se
enmarca dentro de la investigación judicial por el caso de los jamones
podridos y en mal estado.
La empresa ha explicado que no ha sido la única inspeccionada estos
días y asegura que otros proveedores y empresas del jamón también han
recibido la visita de la Guardia Civil.
Comapa está siendo investigada por la compra y venta de productos en mal estado. La compañía ha realizado compras masivas
a empresas que reetiquetaban jamones y todo tipo de productos cárnicos
en mal estado para poner fechas de caducidad un año posterior a las
reales.
La compañía asegura que el juzgado de Alcira no ha tomado ninguna
medida cautelar en su contra y este jueves se han reanudado las
actividades de la empresa con normalidad. Comapa, que está siendo
investigada por su participación en la trama, asegura que se ha
presentado como acusación particular para intentar aclarar las
responsabilidades.
Comapa comercializa marcas como Sierra Alpujarra, que se vende a 25 euros en Carrefour y que acumula denuncias por gusanos, y Oro de la Ermita, una marca que fue prohibida por Sanidad después del hallazgo de carne putrefacta y en mal estado en Valencia a finales de junio.
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