MADRID.- España ocupa el puesto 25 de 41 países analizados en materia de
flexibilidad laboral pertenecientes a la Unión Europea y a la OCDE,
además de ser un país que presenta una nota “pésima” en el apartado de condiciones de contratación,
de acuerdo al Índice de Flexibilidad Laboral elaborado con datos del
Banco Mundial y otros organismos por parte de la Fundación para el
Avance de la Libertad.
El mercado de trabajo más flexible, entre los analizados, es el de Dinamarca, un país que supera los 97 puntos sobre 100 en flexibilidad laboral, seguida de los Estados Unidos (92,4 puntos), Japón (91 puntos) y Gran Bretaña (83,2 puntos).
En la mitad de la tabla se encuentran países como Austria, con 69,1 puntos; Bélgica, con 68,2 puntos; y Alemania, con 63,5 puntos. España les sigue con 60,8 puntos.
Cierran el índice, con los niveles más bajos de flexibilidad
laboral de todo el mundo desarrollado, países como Turquía (48,3
puntos), México (45,1 puntos) y Francia, el cual presenta el mercado de trabajo más rígido con menos de 40 puntos.
Por otro lado, el informe destaca que, a diferencia de otros países, en España no existen restricciones “significativas” a las horas extras ni al trabajo nocturno o en días festivos.
Además, el país queda “relativamente bien situado” en el indicador que
analiza el despido, pero obtiene una nota “pésima” en lo relativo a los
costes de prescindir de un trabajador y, sobre todo, en materia de
condiciones de la contratación, en la que es quinto por la cola.
El informe señala también que existe un coste “excesivo” de la indemnización por despido en España, así como la “imposibilidad” de aplicar contratos temporales a tareas permanentes.
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