Cuando
se escucha la palabra guerrilla o guerrilleros la gente se imagina
una imagen estereotipada por el Che Guevara, de una partida de tropa
ligera, no muy numerosa, compuesta de paisanos sucios y desarrapados,
con boina negra, con pinta de asesinos fascinerosos, y cara de
muertos de hambre, que se dedica a hacer emboscadas y a pegar tiros
en nombre de alguna ideología política de extrema izquierda, o para
liberar a un país de una invasión extranjera como en el caso de la
Resistencia Francesa.
La guerra de guerrillas clásica es una táctica militar de
conflictos armados que consiste en atacar sin ser visto, hostigando
al enemigo en el propio terreno, que conocen muy bien, de las fuerzas
defensoras con destacamentos irregulares y dispersos. Actúan
mediante ataques rápidos y sorpresivos, infiltrando o interceptando
las comunicaciones, volando infraestructuras como puentes y caminos,
o capturando armas y provisiones para provocar el desgaste del
enemigo.
Por su parte, la llamada "guerrilla urbana" clásica,
marxista o nacionalista, tuvo manifestaciones en Europa, con las
Brigadas Rojas de Italia o la Fracción del Ejército Rojo en
Alemania. También en América Latina, principalmente en la Argentina
y Uruguay, la guerrilla actuaba en las ciudades, como de hecho había
ocurrido en Argelia y en Irlanda.
Sin embargo, ninguno de estos estereotipos clásicos se puede
aplicar a los guerrilleros de Alberto Canosa, puesto que no es una
lucha armada, sino de revelación de enigmas y misterios que se han
mantenido ocultos a la humanidad para poder explotarla y abusar de la
gente, puesto que el conocimiento es poder y la ignorancia es
impotencia y debilidad.
Sus lemas no proceden de Carlos Marx, sino del propio Evangelio
oficial, que a pesar de estar manipulado como todo, tiene
unas frases liberadoras muy buenas:
-
Y ustedes conocerán la Verdad, y la Verdad los libertará.
-
Todo enigma y todo misterio será revelado al final de los tiempos.
-
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de Justicia porque ellos serán saciados.
Por lo tanto no es una lucha armada clásica, sino un esfuerzo
informativo para revelar enigmas y misterios. No buscan hacer
daño a nadie, sino revelar la Verdad para que se libere la gente. Es
decir, el máximo beneficio para el mayor número de personas.
Sin embargo, los pocos que viven de explotar, saquear y robar a la
humanidad los consideran sus enemigos porque les estropea el negocio
de la granja humana S.A. No quieren que la gente despierte ni sepa
nada de nada. Sólo que se pasen la vida viendo fútbol, noticias
manipuladas, películas violentas, prensa amarilla, y todos los
cotilleos estúpidos que proliferan en las redes sociales. Su ideal
es robotizar a la humanidad para convertirla en un grupos de zombis
hipnotizados por las pantallitas de los móviles mientras los
explotan.
La reividicación de esta guerrilla no puede ser más modesta ni
más simple: que dejen hablar en televisión a Alberto Canosa,
investigador hispano-alemán de enigmas y misterios residente en
Westfalia del Norte (Alemania), para que sean los propios
televidentes los que decidan por sí mismos si tiene o no tiene
razón. Porque al señor Canosa lo han acorralado como a una rata,
y lo han silenciado para que no diga ni pío, porque su nombre es
tabú y da mucho miedo en todos los medios de comunicación
controlados por el sistema. Sólo en Youtube lo dejan hablar, e
incluso allí ha tenido problemas.
Yo no estoy aquí para decir si el señor Canosa tiene mucha
o poca razón, porque eso lo tiene que
decidir cada uno, sino únicamente para defender el derecho a la
Libertad de Expresión consagrado en la
declaración de derechos humanos de las Naciones Unidas y en la
Constitución Española, como patriota que soy de mi propio país,
y como Periodista que se ha pasado la vida luchando únicamente para
decir lo que pienso, no para imponer nada a nadie, y respetando todas
las opiniones. ¿Es esto pedir la Luna? ¿Es esto una utopía
irrealizable? ¿O es que quieren que vivamos acojonados, achantados y
amedrentados como en una dictadura medieval? ¿Para esto hemos
luchado tantas generaciones por los derechos humanos?
Como dijo el Quijote, “La libertad, Sancho, es uno de los más
preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no
pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la
libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.”
(*) Periodista
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