TOLEDO.- El presidente ya en funciones de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), Juan
Carlos de Cea, sostiene que, aunque los españoles son
muy solidarios con los trasvases de agua entre cuencas, «el mayor
rechazo» proviene de la falsa creencia de que «impiden el desarrollo del
territorio que cede el agua». Casi dos meses después de que el Gobierno
aprobara un triple trasvase de la cabecera del Tajo al Segura, De Cea
muestra su convencimiento de que ha «ejecutado bien su trabajo en un
trasvase tan mediático como este».
-Después de la recuperación
histórica del Tajo (74,3 % de su capacidad) y con la aprobación de un
triple trasvase a la cuenca del Segura, ¿se prevén más trasvases?
-Esa
decisión es potestad de la Comisión Central de Explotación del Trasvase
Tajo-Segura y en nada depende de la Confederación. Nosotros nos
limitamos a seguir las instrucciones que emanan de ella y a ejecutar los
trasvase que la Comisión o Isabel García Tejerina, ministra de Medio
Ambiente, autorizan. El Gobierno ha establecido unas normas claras y
objetivas y que solo dependen de los volúmenes almacenados en la
cabecera del Tajo, y son tan sencillas, que en función de esos volúmenes
se toma las decisión de trasvasar.
-¿Es España insolidaria en temas de trasvases?
-España
es extraordinariamente solidaria en relación con los trasvase y aunque
este es el más mediático, es necesario saber que en la actualidad hay un
total de 25 trasvases en el país. El agua es un tema muy visceral y el
mayor rechazo a los trasvases procede de la falsa creencia de que
impiden el desarrollo del territorio que cede el agua, y, eso no es
cierto.
Cuando a principios de este año se anunció el enorme
deterioro de toda la cuenca, el único sistema que permaneció en absoluta
normalidad fue el eje del Tajo. Todo el agua almacenada en los embalses
de cabecera (Entrepeñas y Buendía) estaba reservada para uso exclusivo
del eje del Tajo. La ciudadanía debe saber que en el último trasvase al
Segura sólo se transfirió lo verdaderamente excedentario porque si las
necesidades de la cuenca cedente (Tajo) no hubieran estado
suficientemente cubiertas, no se hubiera trasvasado.
-¿No sería oportuno poner fin a la 'guerra del agua'?
-El
término es algo antiguo; se han producido otras guerras y no solo en
Castilla-La Mancha y Murcia. En este aspecto, creo que es muy bueno que
se apruebe el Pacto Nacional del Agua promovido por el Gobierno, que
debe ser inclusivo y participativo, con independencia del color del
partido político que gobierne en el momento.
-¿Coincide con la
ministra de Medio Ambiente García Tejerina (desde ayer, cesada a raíz de
la moción de censura) en que no se puede cerrar el trasvase ?
-España
es un país irregular en recursos hídricos con un clima árido y una
escasez de agua muy frecuente y la construcción de presas viene de
antiguo; en la actualidad hay unos 1.330 embalses y somos el primer país
de Europa y el noveno del mundo en número de ellos. Estas cifras dicen
mucho de por qué los necesitamos y por eso apuesto por una visión
holística, y no parcial, del agua. El país necesita de todos los
sistemas para gestionar su agua desde presas, canalizaciones y
desaladoras hasta las aguas subterráneas.
-La Junta de Comunidades
de Castilla-La Mancha ha pedido que se eleve el umbral mínimo no
trasvasable de la cabecera hasta los 510 hectómetros cúbicos, por
considerar que las aportaciones están siendo inferiores a lo previsto en
el memorándum del Tajo. ¿Qué le parece esta propuesta?
-En la CHT
velamos por el estricto cumplimiento de la legislación, y si en un
momento determinado, el Gobierno manchego consigue que el Ministerio
atienda la petición de elevar el umbral mínimo no trasvasable, a partir
de ahí, la Confederación velará por el cumplimiento del nuevo dictamen y
no tendremos nada que opinar.
-Los últimos meses se han
registrado varios episodios de espuma en el Tajo a su paso por Toledo.
¿A qué son debidos? ¿Se pueden achacar al escaso caudal a su paso por la
ciudad, lo que se relaciona con el trasvase?
-Es un tema muy
mediático y recurrente; las espumas son frecuentes desde los años 70 y
80 y siempre ha existido un tremendo esfuerzo inversor de las partes
involucradas para mejorar la calidad de los vertidos que terminan en los
ríos. En la CHT hay un área de calidad que es quien otorga y vigila las
autorizaciones de vertidos de la aguas residuales. En el caso de
incumplimiento de esas autorizaciones, la obligación es abrir un
expediente sancionador.
El estudio de la calidad de esas aguas ha
arrojado que va mejorando muy lentamente en los parámetros físicos y
químicos del agua.
Sin embargo, no podemos olvidar que Madrid, una
urbe de ocho millones de habitantes y ocho millones de turistas es un
hándicap importante, y que a pesar de los esfuerzos de depuración aún
hay elementos difíciles de limpiar que requieren de más inversión, y eso
es caro. Además, aún existen municipios y personas qué, a pesar de las
sanciones, siguen vertiendo sus aguas sucias, porque en el fondo es una
solución más barata que construir unas buenas estaciones de depuración.
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