jueves, 14 de junio de 2018

Bankia sería la entidad más perjudicada por el impuesto a la banca de Pedro Sánchez

MADRID.- Bankia sería el mayor damnificado por el impuesto a la banca que propuso Pedro Sánchez antes de su llegada al Gobierno con el objetivo de salvar las pensiones. Al menos así lo establecen los cálculos de Alantra Equities, que estiman que este gravamen supondría una disminución del 11,5% del beneficio neto estimado del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri en 2020, publica hoy www.vozpopuli.com.

Para obtener estos resultados, la sociedad de valores aplica un alza de ocho puntos porcentuales sobre la tasa impositiva actual de las entidades en España -el incremento que considera necesario para satisfacer la pretensión del presidente del Gobierno de elevar en 1.000 millones de euros la recaudación y así reducir el déficit de la Seguridad Social-.
En sus cálculos, la firma presupone, además, que las entidades no trasladarían al cliente el impuesto en forma de una subida de precios.
Según Pedro Garnica, agente institucional de ventas en Alantra Equities, el impuesto a la banca tendría un mayor impacto sobre los bancos cuyo negocio está concentrado en España, mientras que Santander y BBVA, más diversificadas, serían las entidades a las que menos afectaría la medida.
En términos relativos, Bankia es la entidad que más reduciría sus ganancias, con un recorte del beneficio del 11,5%, por delante de Liberbank (-10,4%), Unicaja (-10,3%), Sabadell (10,1%), CaixaBank (-9,8%) y Bankinter (-8,8%). Santander y BBVA, serían los menos perjudicados, con caídas del 2,6% y del 3,6%, respectivamente.
En términos absolutos, no obstante, el mayor 'mordisco' sobre la cuenta de resultados sería para Santander, con una disminución de 274 millones de euros, seguido de CaixaBank (256 millones), BBVA (199 millones), Bankia (130 millones), Sabadell (119 millones), Bankinter (58 millones), Unicaja (28 millones) y Liberbank (18 millones).
Garnica descarta que el impuesto a la banca se vaya a materializar durante el primer año y medio de Pedro Sánchez en el Gobierno, en el supuesto de que complete la legislatura. En concreto, otorga menos de un tercio de probabilidades a que la propuesta se haga efectiva en 2018 o 2019.
"El compromiso para respetar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) implica que el riesgo no se materializará antes de 2019, como muy pronto", apunta Garnica, que, en cambio, considera que las entidades podrían gestionar este impacto.
"La banca continua siendo nuestro sector preferido en el mercado español, ya que esperamos una normalización gradual de los tipos de interés, nuevas mejoras en la calidad de los activos, una estabilización de los volúmenes en 2018 y un ligero crecimiento desde 2019, al tiempo que prevemos una nueva ronda de consolidación en los próximos 24 meses", argumenta.
Desde el sector financiero se percibe la medida planteada por Pedro Sánchez como injusta. "No tiene un sentido de justicia", aseguró la semana pasada Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, que defendió, además, que muchas entidades contribuyeron mucho para resolver los problemas del sector durante la crisis. 
"Imponer una tasa impositiva diferente no se justifica", comentó la presidenta Banco Santander, Ana Botín, a comienzos de año, mientras que el presidente de BBVA, Francisco González, fue más crítico todavía: "Soy mayor para escuchar estas cosas. Las había oído antes, pero más en países como Bolivia que en Europa. No creo que sea la solución".
De hecho, las entidades tienen claro que es un error, pues en caso de implantarse, se acabaría repercutiendo sobre el cliente el impuesto mediante un alza de los precios de los productos bancarios, según aseguraron fuentes financieras.

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